Reseña: Yo antes de ti

Yo antes de ti
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Louisa Clark es una chica de rutinas. A sus veintitantos años trabaja en una cafetería, tiene un novio llamado Patrick y podría considerarse el sustento de su familia. Hasta que un día - cosas de la vida - se queda sin empleo y le toca enfrentarse a las miradas recriminatorias de su familia. Desesperada, termina aceptando un trabajo peculiar: cuidar a Will Traynor, un hombre rico de treinta y pocos que ha quedado invalidado a causa de un accidente de tránsito. 

Hay cosas a las que uno nunca presta atención hasta que le toca acompañar a alguien en una silla de ruedas (...) Habla con él. Conócelo. ¿Qué es lo peor que puede ocurrir?

A estas alturas de la vida y con la película tan cerca de estrenarse no sé que tanto podría contar de la historia. Primero porque muchos ya deben saber más o menos de qué va el argumento (si es que aún no la han leído) y otros tantos deben tener el corazón en un puño si ya conocieron a Lou y a Will. Pero sea cual sea el caso, hay algo que tengo muy en claro: aunque lo parezca, Yo antes de ti no es una historia romántica. Entre sus páginas aborda muchos temas, presenta a un variopinto elenco de personajes y profundiza en las cosas cotidianas que muchos dejamos de lado por considerarlas insignificantes. No, Yo antes de ti no es una novela romántica aunque el amor esté presente en ella. Es mucho más que eso y son el conjunto de esas características lo que la hacen una historia maravillosa.

Solo se vive una vez. En realidad, es tu deber que sea una vida plena.

Lou, como protagonista, me ha resultado completamente entrañable. Sí, era cabezota a veces. Sí, también le gustaba hacer oídos sordos a ciertas cosas que no quería enfrentar e incluso era conformista con ciertas situaciones. Pero es coherente como personaje, es real y muy humana. Ha crecido a la sombra de su hermana menor - más guapa e inteligente - y sale con un chico que no hace sino minimizarla a cada oportunidad. Sólo esas dos cosas bastarían para que una persona común cayera en depresión y se encerrara en sí misma. Pero Lou siempre trata de verle el lado bueno a la vida, con ese sentido del humor tan suyo (británico en cada poro), esa capacidad de hacerme hacernos reír en cada capítulo. Puede que su llegada a la vida de Will - o viceversa - haya sido una casualidad del destino, pero no hay duda de que dos personas tan distintas entre sí tenían que encontrarse para darnos a nosotros, los lectores, una historia increíble. 

Y Will, oh, Will. Tú mereces todo un párrafo aparte. Él es, sin duda, uno de esos personajes que terminas amando por la cantidad de emociones que te genera, por la inensidad de sus pensamientos, por lo profundos que pueden ser sus diálogos. Antes del accidente Will era ese tipo de personas que sabe como divertirse y tiene los recursos para ellos. Deportes, viajes, negocios y una novia guapísima. Will lo tenía todo y lo perdió casi todo en unos pocos segundos. Para alguien acostumbrado a una vida tan agitada tener que resignarse a una silla de ruedas puede resultar un choque demasiado fuerte. Verse incapaz de hacer algo tan simple como mover las manos, saber que dependes de alguien hasta para aliviar las necesidades más básicas resulta más que frustrante. Entonces, ¿cómo no comprender todo el resentimiento que siente Will por el mundo, por su entorno, por su familia? Además, poco a poco se va desvelando más aspectos de ella, de cómo cada uno - la madre, el padre, la hermana e incluso la novia - enfrentan esta situación. Y cómo las cosas cambian, para bien o para mal, cuando Lou entra en su vida. 

Le conté una historia de dos personas. Dos personas que no deberían haberse conocido y que al principio no se caían demasiado bien, pero descubrieron que eran las dos únicas personas en el mundo capaz de comprenderse.

Yo antes de ti no es una historia romántica, lo repito. Lou y Will se conocen y su historia no es de color rosa. Ella, rebosante de optimismo; él, de resentimiento. Ambos caracteres chocan una y otra vez, pero son estos roces lo que lleva a que entre ellos empiece a establecerse una bonita relación, que poco a poco da paso a la amistad, a la confianza, al querer sentir a la otra persona como parte de tu mundo. Y cuando uno pensaba que la novela estaba asentándose, que por fin teníamos un camino más o menos trazado la autora nos presenta EL tema. Ese giro no tan inesperado, ese momento en que cierras los ojos y te preguntas si realmente estás ante una novela con un final feliz o es que sería mejor que vayas preparando ese pobre corazoncito. Jojo Moyes, como autora, es espléndida. No sólo por la pluma con la que traza sus novelas, sino por la forma de mantener viva la esperanza hasta las últimas páginas, independientemente del final, que, dicho de paso, me pareció el más realista que pudo tener una historia como esta. 

Sobre EL tema prefiero dejar mi opinión aparte. Es complejo, es delicado y creo que la autora ha sabido abordarlo de la mejor manera. Soy consciente de la polémica que puede generar - y que habrá más aún a raíz de su adaptación - razón por la que prefiero no ahondar en esta entrada, que si no vendrían líneas y más líneas que hará que este post sea demasiado largo. Y antes de cerrar quisiera compartirles con ustedes una última cosa: leí Yo antes de ti hace ya un par de años, mucho antes de que llegara a mi país y se convirtiera en un best-seller y no lo dudé - como no dudo ahora - en ponerle unas cinco estrellas bien merecidas. Pero me he dado cuenta que, si he demorado tanto en traer esta reseña, es por que, aún después de todo este tiempo, este libro es capaz de remover muchos sentimientos (como ahora, que tecleo estas letras). Creo yo que si una historia es capaz de eso, no hay razón para dejarla escapar. 

Muchísimas gracias a Me gusta leer Perú por el ejemplar