Película: El bebé y yo

Joon Su es un chico de diecinueve años que vive de forma despreocupada  en la casa de sus padres. El dinero no le falta y por ello, no le importa estar siempre metido en riñas y peleas. 

Un día, sus padres deciden escaparse de la casa (¡en serio!), dejarle solo para que aprenda como es la vida en solitario y así reflexione sobre su comportamiento y cambie de actitud. Aunque al comienzo se asusta un poco, decide pasarlo a lo grande con sus amigos y empieza a pensar qué hacer con esa nueva vida de "adulto". Lo que no sabe es que todos sus planes se irán a la basura más rápido de lo que piensa: ese mismo día, mientras hacía la compra para la juerga de la noche, aparece en su carrito de compra un bebé no mayor de seis meses que lo mira de forma curiosa.
¿Qué rayos pasó? Eso se pregunta el protagonista mientras corre desesperado a mostrador para averiguar de dónde salió la criatura. ¿Qué hará ahora? Solo le queda llevarse al niño, pues, aunque no lo crea, todas las pruebas apuntan a que él es el padre. ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? Todas esas son preguntas que se irán respondiendo a lo largo de la película, cada cuál trayendo una respuesta más graciosas que la otra.

Sin la ayuda de sus padres y con tan solo cien dólares en el bolsillo, Joon Soo tendrá que correr con los gastos del bebé y con los suyos propios. Aprenderá a cambiar pañales por la fuerza, deberá buscar leche materna para alimentar al pequeño y se verá obligado a trabajar cuando el dinero empiece a escasear. Sus pocos amigos no tienen como ayudarle y sólo contará con el apoyo de Kim Byul, una extraña chicha prodigio que al parecer se ha enamorado de él y permanecerá a su lado pese a su mal carácter.

¿Qué pasará cuando los padres de Joon Soo regresen y descubran al niño? No quieren imaginarlo, teniendo en cuenta que su padre es capitán del ejército y un hombre de armas tomar. ¿Logrará hacerse cargo de él y quedárselo o lo dará en adopción?

Una historia cargada de ternura, con un pequeño protagonista monísimo y un "papá" que tampoco está nada mal y al que la nueva faceta parece venirle bastante bien. Aunque al comienzo se muestra díscolo y rebelde, poco a poco va cambiando por el pequeño y se da cuenta de que la vida no es para vivirla de forma libertina, sino que hay responsabilidades que cumplir.

Me he reído hasta las lágrimas con cada escena, cada forma de Joon Soo de conseguir alimento para el niño. La actuación del protagonista es excelente y qué decir del bebé, él no se queda atrás. Lo últimos quince minutos me han conmovido y no he podido evitar derramar una que otra lagrimilla de tristeza. ¿Cómo no, cuando se ve el dolor desgarrador cuando te separan de tu hijo?
En fin, una película absolutamente recomendable. Hay risas para rato, hay reflexión y un toque de melancolía. Y por qué no, también una que otra pizca de romance.

Puntuación

(4.5)

PD: Como siempre, les dejo un tráiler para que se animen y vean ¡no se van a arrepentir!