Reseña: No te lo vas a creer

29 mar 2013


No te lo vas a creer
Autora: Sophie Kinsella
Editorial Salamandra · 288 páginas
ISBN: 9788478889006

Has tomado una copa de más y hablas por los codos, sin parar, y cuando por fin levantas la vista, unos ojos oscuros y penetrantes te observan atónitos, fascinados y... ¡muy interesados!
Después de asistir en Glasgow a una desastrosa reunión de trabajo y de tomarse un par de vodkas, ¿o fueron tres?, para levantar el ánimo e infundirse valor, Emma Corrigan se sube por fin al temible artefacto volador para regresar a Londres. El vuelo resulta especialmente movido; algunos pasajeros gritan, las azafatas se abrochan los cinturones con caras lívidas, y Emma se agarra desesperadamente a los brazos de su asiento. Presa del pánico, de su boca empiezan a brotar todos sus secretos, sus sueños más ocultos y sus deseos más inconfesables, que van a parar a oídos del silencioso pasajero que, inmutable, la escucha sentado a su lado. Pero este mal trago no será nada comparado con lo que le espera el lunes en la oficina, donde corre la voz de que el presidente de la megacorporación americana para la que trabaja se encuentra de visita en la sede londinense. En medio del nerviosismo general, Emma decide acercarse a la máquina de café del pasillo y se cruza con la comitiva que acompaña al gran jefe y ... ¡oh, sopresa! A partir de ese momento, Emma se verá envuelta en más de un enredo. 

Emma Corrigan vive en Londres, tiene veinticinco años, trabaja como ejecutiva de marketing en Panther Corporation (una de las empresas líderes en el mercado de las bebidas gaseosas) y tiene a su lado a Connor, el mejor novio del mundo.

¿Qué mujer no quisiera tener ese tipo de vida? Cualquiera, hasta Emma, porque lo de arriba mencionado no es cierto. La pobre chica se gana la vida trabajando como ayudante auxiliar de una ejecutiva de marketing y su sueldo apenas le alcanza para comprar ropa de marca de segunda mano y hacerla pasar por recién estrenada. Tampoco le alcanza para tener su propio apartamento, por ello tiene a Lissy y a Jemima como roonmates y aunque con la primera se lleva de maravilla, a la segunda le tiene cierto recelo por la actitud extremadamente feminista que muestra. Tampoco es cierto que Connor sea el mejor novio del mundo. Vale, el chico es sueco-polaco y muy guapo, pero ella no comparte con el su obsesión por el jazz, aunque es incapaz de decírselo. Tampoco le ha contado que en realidad pesa sesenta kilos y no cincuenta y seis con él cree, ni el hecho de que la ropa interior que él le ha regalado en realidad le queda demasiado apretada (y aun así se lo pone de vez en cuando). A ojos de todo el mundo, ambos son la pareja perfecta y Emma no puede hacer nada por retirarse ese concepto. 

Pero todo cambia cuando regresa de un viaje de negocios (fallido, por cierto) y se sienta al lado de un tipo con pinta de persona normal y algo reacia a hablar. Eso no importaría de no ser porque a Emma le da miedo volar en avión (¿Qué pasaría si se estrella con una montaña? ¿Si se acaba la gasolina? ¿Se precipita al mar?) 
No, no, no. Ella intenta alejar los pensamientos negativos y con tendencias suicidas de su cabeza y casi lo está logrando cuando el avión empieza a dar tumbos. "Es zona de turbulencias" anuncia el piloto. "Es el fin del mundo" grita Emma. Nerviosísima, empieza a hablar, hablar y hablar, pero no de cosas intrascendentes. No, lo que a ella se le ocurre soltar son sus más íntimos y preciados secretos. Los que nunca le ha contado a nadie y los que ninguna persona conocida debe enterarse. Por ejemplo, cómo falsificó su curriculum para que le dieran el trabajo, cómo se escaquea del trabajo con su compañera gracias a una contraseña o lo mal que le cae su jefa y la forma en la que se venga echándole zumo de naranja a su planta. También lo insignificante que se siente al lado de su prima; cómo, cuando y donde perdió la virginidad; lo inconforme que está con su cuerpo y lo mucho que le molesta su ropa interior que lleva en ese momento. Emma parlotea, incapaz de cerrar la boca y el hombre de al lado no pueda callarla por nada del mundo. Para cuando el avión por fin aterriza, ella le ha contado toda su vida y sus secretos a un completo desconocido. 
Suerte que no lo volverá a ver nunca más en la vida. ¿O sí?

Desde el comienzo sabemos que el destino se ha ensañado con nuestra pobre protagonista. Ahora resulta que Connor quiere mudarse con ella y Emma no puede negarse. Por otra parte, su prima sigue humillándola y sus padre parecen preferir más a ella que a su propia hija. El dinero no le alcanza para pagar sus deudas y Jemima ha descubierto que a veces "toma prestado" su ropa sin su consentimiento. Pero lo peor está por venir: el hombre al que le contó todo-todo-todo es en realidad Jack Harper, uno de los fundadores de su empresa que ha llegado a Londres para supervisar el trabajo de sus subordinados. ¿Qué hará ahora que el jefazo sabe todo lo que ella piensa de su centro de labores? 
Para Emma Corrigan es el fin del mundo.

Disparatada, divertida y entrañable. Así es el libro de Sophie Kinsella con él que no he parado de reír a carcajadas durante toda la noche. Con una escritura fresca y muy ligera, las dosis justa de sarcasmo y romance, la autora nos introduce en el caótico mundo de Emma, sus pensamientos, sus desvaríos, su parloteo interior y sus dudas existenciales, amorosas  y del tipo que surjan en su normal y cotidiana vida. 

La novela chic-lit es una de mis favoritas y esta historia en particular no es complicada ni enredada pero no puedes dejarla pasar porque es demasiado divertida. Les aseguro que van a reír tanto o más que yo, releer frases, párrafos o capítulos graciosísimos y quedarán completamente encantados (y felices) al llegar a la última página. 

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