Autor: David Lozano G.
Lee los primeros capítulos
Un estudiante de periodismo en busca de una historia que contar. Un festival de música en recuerdo de las víctimas de Chernóbil. Un bosque como escenario de un rastro de muertes.Una historia de amor interrumpida.2004. El Club del Trueno se reúne por última vez. Nikolai y Ekaterina se marchan de Ucrania con sus padres. Dimitri, sin embargo, se queda en el país. Antes de despedirse, se reparten una matrioska con la promesa de volver a juntarla antes de diez años o, de lo contrario, una maldición caerá sobre ellos.
De David Lozano solo he leído su trilogía La Puerta Oscura, una serie de novelas juveniles que mezcla misterio, algo de thriller, personajes bien construidos y una pizca de romance. Todo ello muy bien colocado en un lúgubre escenario parisino y aderezado con una ávida pluma que sabe como mantener el suspenso en cada página. Con tan buena referencia y tras asistir al conversatorio con el autor, empecé a leer con las más altas expectativas, esperando hallar entre sus páginas aquel sello que tanto le caracteriza.
Nikolái, Ekaternia y Dimitri han sido amigos durante mucho tiempo, pero por cosas del destino se ven obligados a separarse. Nikolái se va a vivir a España; Ekaterina, a Estados Unidos. Y Dimitri, el chico melancólico, se queda en su natal Ucrania porque sus padres no cuentan con recursos suficientes. Antes de separarse, se reparten una matrioska, una pequeña muñeca rusa que deberán juntar antes de que pasen diez años. Lamentablemente, eso nunca ocurrirá: al día siguiente, Dimitri muere en un extraño incendio que consume hasta los cimientos del pueblo en el vivían. Siete años después, Nikolái está dispuesto a regresar a su país y reconciliarse con su pasado, hasta que las dudas empezaron a florecer a su alrededor. ¿De verdad un simple incendio acabó con todos los habitantes? Si eso es cierto, ¿por qué la zona está completamente cercada y el paso restringido? Y sobre todo, ¿como y por qué se relacionan las recientes muertes ocurridas a una criatura fantástica como el Chudovische? El viaje que emprendió para dejar atrás sus pesadillas no hará más que acrecentarlas... así como sus latentes sentimientos por quién antaño fue su mejor amiga.
Nikolái, Ekaternia y Dimitri han sido amigos durante mucho tiempo, pero por cosas del destino se ven obligados a separarse. Nikolái se va a vivir a España; Ekaterina, a Estados Unidos. Y Dimitri, el chico melancólico, se queda en su natal Ucrania porque sus padres no cuentan con recursos suficientes. Antes de separarse, se reparten una matrioska, una pequeña muñeca rusa que deberán juntar antes de que pasen diez años. Lamentablemente, eso nunca ocurrirá: al día siguiente, Dimitri muere en un extraño incendio que consume hasta los cimientos del pueblo en el vivían. Siete años después, Nikolái está dispuesto a regresar a su país y reconciliarse con su pasado, hasta que las dudas empezaron a florecer a su alrededor. ¿De verdad un simple incendio acabó con todos los habitantes? Si eso es cierto, ¿por qué la zona está completamente cercada y el paso restringido? Y sobre todo, ¿como y por qué se relacionan las recientes muertes ocurridas a una criatura fantástica como el Chudovische? El viaje que emprendió para dejar atrás sus pesadillas no hará más que acrecentarlas... así como sus latentes sentimientos por quién antaño fue su mejor amiga.
Un grito en la noche.Súbito y violento como un relámpago, atrapado en la espesura del bosque Itanich. Un alarido que surgía de la niebla hasta alcanzar las siluetas de los que rastreaban no muy lejos, y que ahora permanecían alrededor del cadáver.Había sido un grito de terror.Las antorchas se alzaron entonces, evidenciando bajo su destello el titubeo de aquellos campesinos que se enfrentaban al paisaje. Y a lo que se ocultaba en él.Chudovishche.
Como lo dijo el mismo autor, es inevitable que el tema de la muerte se halle impregnado en las páginas de sus obras. Cielo Rojo no es la excepción y ya desde las primeras hojas se va adivinando cuál es el hilo conductor por el cual transcurrirá la historia. Si bien los primeros capítulos pueden resultar un poco pesados, no hay que olvidar que es aquella introducción la que sienta las bases de la historia, contextualizando la novela y dando pie a más de una interrogante. No solo tenemos a nuestros tres personajes anteriormente mencionados, sino que también contaremos con la perspicacia de Motulyak, un periodista avezado que quiere ayudar a desentrañar las verdades que se ocultan tras el incendio del bosque de Itanich. Tras una serie de descubrimientos, nuestros personajes prácticamente se ven envueltos en una búsqueda a contrareloj por encontrar aquello que llevaban años intentando localizar antes de que los militares se les adelanten y terminen por destruir los últimos vestigios de un secreto que el ejército ha escondido por demasiados años.
Aunque el desenlace puede llegar a ser un poco predecible (en realidad, depende de la perspicacia de lector), es la forma del autor que tiene para narrar la historia lo que hace de Cielo Rojo una novela de suspenso revestido con tintes oscuros. Sabemos que hay algo muy grave, algo que tiene que salir a la luz y es inevitable no morderse las uñas debido a la tensión. De la mitad en adelante, las páginas se pasan muy rápido, con ganas de saber cómo/cuándo/donde termina la novela. Y ahí viene otra cosa que me encanta de las historias de David Lozano: nunca tiene un final a lo vivieron felices y comieron perdices. Ya sabemos que la vida no es rosa, que los problemas casi siempre traen malas consecuencias y que si algo se soluciona, no siempre será dejando a todos contentos y con una sonrisa en la cara. El autor ya ha demostrado que sus libros siempre tienen un final agridulce, de aquellos que pueden no ser lo que esperabas, pero que tras pensarlo mejor, acabas dándote cuenta de que es el mejor final - creíble y realista - que un libro puede tener.
En realidad, no hay mucho que decir de la novela. Considero que es uno de esos libros que tienes que leer y descubrir por ti mismo, aunque sí puedo asegurarles que aquellos que gustan de las novelas policíacas y de suspenso quedarán encantados con Cielo Rojo. Si no eres de los que leen de esta temática, ¡pruebalo! Puede que al final termines enganchándote a una historia donde la tensión está asegurada, en un escenario inusual - pero muy bien retratado - y con unos personajes que saben como conducirte a través de una historia muy bien cuidada e hilvanada.
En pocas palabras, Cielo Rojo es desolación, es muerte, es oscuridad. Es suspenso, es sombrio y un poco siniestro. Pero es también esperanza, amistad y una pizca de romance. Es, en resumidas cuentas, un libro ideal para quienes buscan adentrarse un poco en un laberinto cargado de secretos y enigmas por resolver.
2 comentarios
Me gusta mucho como haces tu reseñas pero este tipo de libros no suelen gustarme mucho se salen de mi zona de confort por otra parte me llama la atención lo del Chudovische.
ResponderEliminarEste libro me pareció normalón, pero me encaaaanta :)
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