Off-topic: DIY de Game of Thrones + crónica

¡Hola lectores!

Antes que nada, les comento que este post viene de la mano con un video que Gabriela, del canal El alma de los libros ha subido hoy como parte de la semana temática de Game of Thrones. 

Conocí a Gaby hace ya un tiempo, pero cuando vino a Lima por un par de meses supe que debíamos reunirnos. Si hay algo que tenemos en común es lo mucho que nos gusta la fantasía épica, pero sobre todo, lo mucho que adoramos Canción de hielo y fuego y todo lo que tenga que ver con el mundo que George R.R. Martin ha creado. Libros, serie, spin-offs, tomos de colección... en serio, casi cualquier cosa relacionada con Westeros. Así que, ¿por qué no reunirnos y hacer algo relacionado al tema? Cuando Gaby me comentó lo que tenía en mente supe que no podía negarme ¡iba a ser genial hacer lo que estábamos planeando! Sin más que decir, acordamos día, hora y lugar ¡y a trabajar!

Confieso que a veces soy un poco despistada, sobre todo cuando se trata de ir a lugares que no conozco de antemano. Por eso, llegar a la casa de Gaby fue casi una odisea: primero porque había olvidado en casa el croquis que había hecho y segundo porque, pese a que habíamos acordado... ¿adivinen quién se quedó dormida y no fue a esperarme al paradero? Pues sí, ya ven qué buena anfitriona xD

En fin, como Lima tampoco es taaaan grande, no se me ocurrió mejor idea que poner el GPS y confiar en el smartphone. Camina dos calles de frente, dobla hacia la izquierda, sigue caminando, dobla a la derecha... esperen ¿una tienda de comestibles? Pero no era el GPS, sino yo, que había volteado antes de tiempo. Retrocedí algunos pasos y aparecí en un parque, donde Gaby ¡por fin! me dio alcance. Y cuando pensaba que por fin iríamos a su casa a salvo del frío (¿saben que en Lima el clima es un poquito loco? Un día antes sale un sol espantoso y el día pactado la temperatura baja enormemente) resulta que tenemos que desandar lo avanzado para ir en busca de los materiales que hacían falta. Vaya, pues nada. A caminar otra vez. Por suerte hay una universidad cerca y ya saben lo que eso significa (para los que no: universidad = tiendas por todos lados), por lo que no fue difícil conseguir lienzos (¡fundamental!) acrílicos, pinceles y escarcha, muuucha escarcha. 

Una vez que compramos los materiales, almorzamos y hablamos de toooodos los libros que había comprado en la Feria (si no me creen no tienen más que ver su book haul del Julio), decidimos ponernos manos a la obra. Eran casi las tres de la tarde y no les miento cuando les digo que el trabajo en cuestión nos tomó casi seis horas. Pero, de ¿qué estoy hablando? Pues de una preciosidad que ahora he guardado en la mejor zona de mi estantería: un lienzo con el símbolo representante de la casa Stark (sí, el lobo huargo). Cuando Gaby me preguntó si quería el león de los Lannister, el dragón de los Targaryen o el lobo de los Starks estuve en una disyuntiva. Mi lealtad se debate entre los del norte y los de la sangre de dragón, pero finalmente me decidí por los Stark. Y tomé una buena decisión, teniendo en cuenta lo que se venía. 

 

El DIY completo lo pueden ver en el video de su canal (lo dejo abajo), así que esa parte no me corresponde contar. Lo que sí les digo es lo trabajoso que resulta hacer los moldes. Con los símbolos no tuve muchos inconvenientes, excepto con el dragón de los Targaryen, ¿quién iba a pensar que sería tan complicado recortar cada una de su cabezas? No me sorprende que le haya cortado la lenguda (de casualidad, por supuesto) a uno de esos. Espero que no se note demasiado, aunque estoy segura de que Gaby arregló el desperfecto. Los nombres de las casas y sus respectivos lemas ya era otro asunto. Gracias a dios fue nuestra anfitriona la encargada de recortarlo pues yo, que no había hecho manualidades desde hace muuucho tiempo, seguro iba a estropearlo (como hice con un par de letras, pero nada que no se pueda solucionar).

¿Sabían que la escarcha es traicionera? Sí, nos llevó bastante tiempo en lograr que quedara todo el dibujo uniforme. Encima, se nos agotó el material. Y el pequeño dragón de tres cabezas estaba incompleto, por lo que había que ir en busca de más. Entre la caminata, el frío y la hora que marcaba el reloj, nos entró hambre y terminamos en un Starbucks. Ahí descubrí que me había perdido por muchísimo tiempo una delicia como es el chocolate con avellanas y desde ese día estoy que muero por conseguir otro. Si no lo han probado, háganlo. Y cuando queden sin dinero (porque el Starbucks no es precisamente muy económico) le echan la culpa a Gaby.

Regresamos a casa a seguir trabajando. A mi lobo Stark le faltaba solo algunos retoques (o eso creía yo) pero al dragón sí había que darle más cuidados. Y todavía nos quedaba por hacer el león Lannister. Entre música, charla y mi constante sufrimiento por pelearme con la escarcha terminamos el trabajo casi a las nueve de la noche, yo super emocionada y las dos brillando como seres luminosos de distintos colores. Encima de traidora, la escarcha es pegajosa ¡imagínense!. A veces le preguntaba a Gaby si me había invitado para hacer manualidades o para hacerme sufrir, primero cortando algunas letras, luego pegando la brillantina y encima lo que tuve que pasar de regreso a casa para no malograr el trabajo (ah, el transporte limeño y la experiencia de viajar aplastada como un gusano xD) 

Con todo ha sido una bonita experiencia. Me ha encantado conocer un poco más a Gaby y de paso, tener una preciosidad de los Stark en mi habitación (¡y brilla en la noche!). No se olviden de que ella pronto estará sorteando dos lienzos de estos en su canal (valen muchísimo al pena, sobre todo el dragón) y que aún quedan un par de la semana temática #GotConGab.

¡Nos leemos pronto!