Reseña: Percy Jackson y los dioses del Olimpo

Percy Jackson 
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Percy Jackson siempre fue uno de mis grandes pendientes. Sin mentirles, llevaba años en mi lista de futuras lecturas, años en los que no me animaba a empezar con la serie porque la veía demasiado juvenil para mi gusto. Pero por cosas del club de lectura, decidí tomar cartas en el asunto y hacer algo que hasta entonces no había hecho: comprar el boxset (y en inglés) para no tener excusa alguna. Por supuesto, la más sorprendida fui yo, no solo al darme cuenta que me gustó mucho más de lo que esperaba, sino que necesitaba leer libro tras libro para saber cómo continuaba la historia. Una semana fue suficiente para terminar toda la saga y ahora estoy deseando saber cómo continúa en Los héroes del Olimpo.

A estas alturas muchos de ustedes ya sabrán de qué va la historia. Para los que no, les comento que Percy es todo menos normal. A sus doce años sufre dislexia, trastorno hiperactivo de déficit de atención y ha sido expulsado de tantos institutos que ya perdió la cuenta porque muchas veces porque se ve envuelto en situaciones extrañísimas para todo mortal que se precie. Pero todo empieza a torcerse - aún más - cuando vaya a parar al museo Museo Metropolitano de Arte (Nueva York) en un viaje de estudios y termine descubriendo que en realidad él es hijo de un dios griego. ¿Difícil de creer, verdad? Pues a Percy le pasa lo mismo. Encima, cómo si haber vivido engañado toda su vida no fuera suficiente, su madre desaparece cuando iba camino el Campamento Mestizo - el único refugio seguro para chicos como él - y a Percy se le acusa de ser haber robado el rayo de Zeus, un arma poderosa y letal, capaz de llevar a una guerra entre los Olímpicos. Vaya verano el que te espera, Percy. Y a todo esto... ¿quién es verdaderamente su padre?

Quirón: Bien. Puedes ir con dos compañeros. Grover es uno. La otra se ha ofrecido voluntaria, si aceptas su ayuda.
Percy: Caramba. ¿Quién puede ser tan tonta como para ofrecerse voluntaria en una misión como ésta?
Annabeth: Llevo mucho tiempo esperando una misión, sesos de alga. Atenea no es ninguna fan de Poseidón, pero si vas a salvar al mundo, soy la más indicada para evitar que metas la pata.

¡Me encantó! ¿Que más puedo decir? No se llevará cinco estrellitas, ni será el libro que me cambió la vida, pero he disfrutado cada minuto de su lectura. Rick Riordan ha hecho una historia redonda, de esas que se disfrutan de principio a fin, tanto por sus personajes, la propia historia, ese sentido del humor que destila en cada página ¡y los finales!. Es cierto que al ser una saga tan conocida no se va a salvar de las comparaciones. Yo misma admito que no he podido evitar caer en ellas - sobre todo con Harry Potter - pero creo que esta serie también tiene su encanto e innova en muchos sentidos. El simple hecho (bueno, no tan simple en realidad) de utilizar la mitologá griega para darle base a esta novela es algo que no creí que funcionara tan bien, sobretodo con un público juvenil. Pero Riordan lo ha logrado y ha encandilado a muchos en el proceso.

A sus doce años, Percy Jackson ha logrado algo que no logran otros personajes de diecisésis o más años: ser un protagonista con en el que se puede sentir empatía, cariño y desear acompañarlo en todas sus aventuras (y desventuras). Es difícil no tratar de ponerse en su lugar, de querer ir junto a él al Campamento Mestizo, de sentir miedo cuando se enfrenta al Oráculo o de querer embarcarse - junto a Annabeth y Grover - en cada misión que se le presenta, aunque parezca una idea suicida. ¿Cuantas veces han sentido eso frente a un libro?

Una voz se me coló por un oído y se me enroscó en el cerebro: "Soy el espírutu de Delfos, degollador de la gran Pitón. Acércate, buscador, y pregunta".
Yo quería decir: "No, gracias, me he equivocado de puerta, sólo estaba buscando el baño."

Es cierto que cada uno de los libros es cortito, pero les aseguro que esas páginas resultan más que suficiente para construir toda una historia que engancha desde los primeros capítulos. Lo que más me ha sorprendido - además de los títulos de cada capítulo, que son una pasada - es la vuelta de tuerca que el autor le ha dado a la mitología antigua para adaptarlo a nuestros días: conserva las principales características, pero modifica un par de detalles para poder sentirlo más cercano. ¿Y lo mejor? Que tiene una justificacion lógica y no recurre al deux et machina por que sí.

Es cierto que les estoy contando más bien poco de la historia. Los que lo han leído estarán de acuerdo en que es más que suficiente, porque el mundo de Percy vale conocerlo casi sin saber nada para sumergirse junto a él en el mundo de los Olímpicos. Y si creen que porque el protagonista es un niño o que la portada es demasiado infantil (admito que las ediciones españolas no están mal, pero me quedo con las de Hyperion) la historia no es adictiva, se equivocan. Para ejemplo estoy yo, que no he podido parar de leer toda la serie desde que la comencé. Así que alejen los prejuicios, no sean como yo y denle una oportunidad a la serie. Lo vale, lo prometo.