Reseña: Reino de sombras

Reino de sombras
Serie Reign of shadows (1 de 3)
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Diecisiete años atrás, las sombras descendieron sobre el reino de Relhok, cubriéndolo todo de una densa oscuridad y dando inicio al Eclipse Negro. 
Diecisiete años atrás, nació una joven princesa que fue privada del don de la vista, sumiéndola en una perptua oscuridad.

Diecisiete años atrás, el canciller asesinó a los reyes, usurpando el trono y obligando a la verdadera heredera a esconderse en una torre.

Y diecisiete años después, comienza esta historia.

Luna nunca ha podido ver, pero eso no le impide valerse por sí misma, pese a que sus dos tutores - una adorable anciana y un protector ex-guardia - le hayan prohibido por todos los medios salir fuera de la torre. No por la limitaciones físicas que pueda tener, si no porque Afuera existe una amenaza peor que los propios humanos: los moradores, seres que devoran cuerpos y succionan almas, que viven en las profundidades de la tierra y solo le temen a la medialuz, ese escaso pero anhelado momento del día en que unos efímeros rayos de sol alcanzan al reino. 

Un conejo masacrado era la víctima de la guerra que se estaba librando. Yo no estaba dispuesta a ser como él. Lo sabía porque conocía la oscuridad. Conocía su sabor en mi boca. Su sensación en mi piel. Se adhería. Sofocaba. Traía consigo la muerte.

Testaruda como es, Luna escapa en busca de un extraño sonido y termina encontrándose con un grupo bastante peculiar: dos hermanos y un arquero a punto de ser devorados, a quienes salva la vida y termina alojando en su torre. Pero no por mucho tiempo, porque ocurre algo que la obligará a huir, dejando a las únicas personas en quienes ha confiado toda su vida y embarcándose en una aventura- a regañadientes, eso sí - con Fowler, ese arquero misterioso, cínico, frío y que la considera poco más que una carga. ¿Su objetivo? Llegar a Allu para empezar una nueva vida, aunque eso implique meses de caminata, de discusiones con su compañero, de emboscadas y persecuciones e incluso, de luchar contra extraños sentimientos.

Voy a ser sincera, empecé Reino de Sombras con muy pocas expectativas. Había leído reseñas de otras novelas de Sophie Jordan y lo cierto es que no terminaban de convencerme ni sentía que fueran mucho mi estilo de lectura. Pero ya saben que la curiosidad siempre puede más y terminé cayendo. Y tengo que admitir que no me ha decepcionado. Es una novela entretenida, con pinceladas de originalidad, pero también con un par de clichés y algunos detalles que no terminan de cuadrar. Si buscan algo ligero, que les mantenga enganchados y que saque un par de sonrisas en el camino, este es el libro. Pero advierto que tiene un cliffhanger tremendo, de esos en el que la curiosidad se multiplica por mil y dan ganas de correr por el siguiente título (que por cierto, tardará un par de meses en salir al aire).

¿Qué me gustó de la novela? Sus personajes, la ambientación y como siempre, lo cuidada que es la edición de V&R Editoras. Luna, como protagonista tiene mucho potencial, no solo porque es una heredera oculta, sino por el mismo hecho de no poder ver. Llama la atención ver cómo Jordan desarrollará este aspecto del personaje y creo que el resultado no ha estado mal. Pero - siempre hay un pero - por momentos empezaba a resultar inverosímil. Vale, la muchacha ha desarrollado el sentido del oído y del olfato para suplir las carencias pero tengamos en cuenta que apenas sale de su torre y aún así no se ha alejado más unos pocos kilómetros. ¿Cómo - por favor, díganme cómo - puede ser capaz de correr, trepar y huir de animales salvajes en terrenos completamente desconocidos? Eso sin tener en cuenta el cansancio acumulado, el hambre, la sed y otras necesidades en un viaje tan peligroso como el que emprende.

¿Acaso o lo sabía todavía? Las personas a las que amamos, las que más nos importan, todas mueren a la larga. Nadie se salva. Cuando las perdemos, cuando uno pierde todo lo que tiene, también se pierde todo su corazón. Quedamos inválidos, como una cáscara vacía que funciona solo por instinto. 

Fowler es nuestro co-protagonista y el segundo punto de vista de esta historia. Tengo que admitir que él encarna el tipo de personajes por el que tengo cierta debilidad, aquellos que pretenden esconder un corazón cálido bajo una coraza helada de cinismo y cierta dosis de arrogancia. Tiene un pasado que oculta a toda costa y que le ha llevado a reprimir sus sentimientos. Lo importante para él es sobrevivir, así tenga que enterrar a uno o varios enemigos (y también amigos). Encontrarse con Luna pudo ser el mejor o peor giro del destino porque meses de convivencia lograrán derretir poco a poco esa coraza hasta que no pueda negar lo inevitable. Y he ahí mi segundo gran problema: aunque me haya encantado la interacción de estos dos, las pullas, el sarcasmo y las conversaciones chispeantes, el temido instalove llegó y destruyó la bonita relación que la autora estaba construyendo. Quizás exagere un poco, pero si hay algo que odio por encima de todas las cosas es cómo dos personas pueden decir un "te amo" con tanta rapidez. No sé, creo yo que el amor se construye de a pocos, no en un par de días, no en una o dos semanas. Si hubiesen esperado hasta el siguiente libro me lo hubiera creído, porque una cosa es sentirse atraído por alguien y otra muy distinta saber que se ama a la persona.

Yo no sabía qué estaba esperando. Era puro instinto lo que me mantenía en movimiento. Mis pulmones sabían cómo expandirse con cada inhalación y de alguna manera había llegado a dominar el arte de no morir. Era fácil sobrevivir cuando no quedaba nada por qué vivir.

Sobre los giros argumentales hay poco que decir. Sophie Jordan ha cuidado varios detalles pero hay alguno que otro que se hace predecible. No obstante, la espera a que llegue esa revelación se disfruta, porque acción hay a raudales y esa aura de misterio y peligro se respira en cada página. Nuevamente, Reino de Sombras es un libro para leerlo sin muchas expectativas porque creo que de esta manera se disfruta mucho más.