Reseña: Nerve, un juego sin reglas

1 sept 2016

Nerve, un juego sin reglas
+ Datos sobre el libro | Lee los primeros capítulos

Cuando lo que más deseas está a tu alcance... ¿qué serías capaz de hacer para conseguirlo?

Vee siempre ha sido una chica del montón. Normalita, mejor amiga de la estrella de teatro y con unos padres que le han dejado las reglas muy claras. Aunque se muere por el chico guapo de turno, ella jamás haría algo que se saliera de lo común, mucho menos arriesgar su imagen en el proceso. Pero conoce Nerve y en un arranque de frustración decide demostrarle al mundo que ella es capaz de cumplir al menos uno de los alocados retos que plantea este juego. Lo que no sabe es que su maniobra ha tenido más repercusión de la que esperaba y ahora la quieren como una jugadora oficial, con la posibilidad de llevarse una beca en lo que siempre fue su pasión: la moda. Con un premio así, ¿cómo podría Vee resistirse?

Me quedo mirando el móvil.
—Eres un chico inteligente, Tommy. Probablemente el más inteligente que conozco. Agradezco tu consejo.
—¿Los vas a rechazar, entonces?
—Ni de coña. A jugar.

Vee se lanza de cabeza a Nerve y empieza a aceptar uno, otro y otro más de los retos que le proponen. En el camino el juego decido emparejarla con Ian, un chico que también tiene sus razones para jugar (aunque se muestre evasivo cuando se le pregunta) y aunque los retos parecen ser sencillos al comienzo, el nivel a aumentando hasta el punto en que la vida de cada uno de ellos está en riesgo. Pero, ¿cómo salir del juego y perder todo por lo que se ha luchado hasta ese momento? No, ni hablar. En Nerve se llega hasta el final y Vee está dispuesta a eso, aunque en el camino no sólo pierda la confianza de sus padres y algo de su propia dignidad, sino también la amistad de sus mejores amigos.

Admito que llegué y me animé a leer esta novela más por curiosidad que otra cosa. El trailer se cruzó en mi camino sin querer y al ver la extensión junto a los comentarios dispares el bichito curioso se impuso a cualquier cosa. Confieso además que no me ha decepcionado: mis expectativas eran relativamente bajas y llegué con el fin de entretenerme por un par de horas. Puede que Nerve tenga dos protagonistas clichés hasta la médula, puede que haya hilos sueltos por varios lados, pero hay algo en la prosa de Jeanne Ryan que engancha. O quizás es el argumento, que si uno se pone a pensar no está tan alejado de lo que podría pasar en la realidad.

Mientras esperamos noticias de NERVE, nos quedamos allí sentados sonriéndonos el uno al otro. Cuesta creer que hace un rato, esta misma noche, me estuviera enfurruñando detrás de un telón polvoriento mientras veía cómo mi mejor amiga me daba una puñalada trapera. ¿Y ahora? Premios, diversión y tal vez algo de pasta. Pero lo más importante, un tío que está que te mueres y que me mira con muy buenos ojos.
Me encanta este juego.

Suspenso, drama, romance (más de lo que esperaba, la verdad) y giros inesperados. Todo ello es una buena mezcla para una novela juvenil y siento que pudo dar mucho más de sí. No es que el libro haya sido malo, es que a mí me genera un poco de conflicto: por un lado, me gustó las pinceladas de originalidad, esa idea central de cómo la adicción a la redes sociales puede generar dependencia en un individuo y cómo el morbo junto a la ambición pueden llevarnos a realizar acciones que en otras circunstancias no lo haríamos, porque en Nerve no solo están Vee e Ian, están los Seguidores, personas detrás de una pantalla que pagan por ver los retos de los jugadores y que pagan mucho más por estar presentes donde los vayan a realizar. Si lo piensan bien... ¿no es acaso un poco... retorcido? Pero la idea es buena, es solo que el desarrollo pudo ser mejor. 

Quizás mi problema haya sido la protagonista, Vee, que comienza a jugar con el fin de destacar y termina metida en un buen lío. Pero por mucho que lo he intentado, no dejó de parecerme caprichosa, un personaje que no aprende de sus errores y que lleva su propia cordura hacia el límite sabiendo las consecuencias... y luego se queja. Vamos, personas así hay en este mundo, pero no dejan de ser las menos agradables. Tal vez si el libro hubiera estado contado desde la perspectiva de Ian la novela se hubiera llevado un par de puntos más, estoy segura de que este chico tenía mucho más por contar y nos hemos quedado con varios cabos sueltos en cuanto a su historia.

En resumen, si buscan un libro de lectura fácil, entretenida e ideal para un momento de descanso, esta es una buena opción. El ritmo es frenético, la pluma tiene algo que mantiene enganchado pero no por ello deja de tener algunos agujeros en su planteamiento. Ah, y tiene un final horrorosamente abierto. Creo que también es un punto a favor, de alguna forma calza con el juego (aunque a nosotros nos deje con la duda casi existencial). Si Jeanne Ryan se anima a sacar una segunda parte - hasta ahora solo se sabe que es autoconclusivo - estoy segura de que lo leeré. Ya saben, al bichito de la curiosidad yo no puedo oponerme. 

4 comentarios

  1. Es la segunda que veo hoy, pero creo que la otra era más positiva. Pienso leer este libro, aunque voy con expectativas mezcladas. No creo que vaya a ser la lectura del año, así que estas reseñas me sirven mucho para, quizás, disfrutarlo más :)
    Un besito.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola Sof!
      A veces sucede que cuando vas con las expectativas bajas el libro suele sorprenderte mucho más. Creo que este puede ser el caso.
      Ya me contarás si te animas a leerlo :)
      Un abrazo!

      Eliminar
  2. Lo tengo en la estantería, pero no me termino de animar...
    Un beso ^^

    ResponderEliminar
  3. Y ps sí, no negare que la pelicula llama y más aun si actúa Emma Roberts, ella sabe actuar este tipo de personajes que si fuera actuado por otra, terminaríamos odiando al personaje, pero ella sabe darle su toque...y ps no sé si leerme el libro antes de la pelicula,ya veremos quien me llega primero

    saludos!

    ResponderEliminar

Síguenos la pista en Instagram: @palabrasqv

© Palabras que vuelan | Libros & literatura. Design by FCD.