Reseña: Si el amor es una isla

2 dic 2016

Si el amor es una isla
Trilogía Silence Hill (1 de 3)
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Dicen que una isla es el lugar ideal para perderse...
... y Luisa está a punto de comprobarlo al llegar a la isla de Sark. En ese pequeño trozo de tierra rodeada de océano, donde el frío, la lluvia y las historias son las protagonistas, se levanta un suntuoso hotel llamado Silence Hill, un lugar donde los huéspedes buscan alejarse de la rutina, la tecnología y la estresante vida urbana. 

Louisa llega a trabajar como doncella durante un año, trescientos sesenta y cinco días en los que tendrá que ceñirse a las rígidas normas, adaptarse a ese nuevo estilo de vida y juntar dinero suficiente para poder costear el tratamiento de su padre. Por supuesto, empezar esta nueva vida también es su oportunidad de reinventarse. Lo que nunca pensó es que en Sark viviría experiencias inolvidables: algunas bonitas, otras un poco espeluznantes y todas están de alguna forma relacionadas con el dueño de Silence Hill, el misterioso Patrick Groen: un joven que dirige el negocio con mano de hierro, pero al cual casi nadie ha visto en su vida y sobre el cual corren las más distintas leyendas. ¿Será Luisa quién lo descubra? ¿O es que andar de curiosa le saldrá más caro de lo que imaginó?

El viento se afanaba en ocultar el cielo con una densa cortina de nubes negras, como emocionante preludio a la actuación de Las Leónidas, la famosa lluvia de estrellas que tenía lugar cada otoño por esas fechas. A medianoche, mientras esperaba al señor de Silence Hill, recé para que el mal tiempo no aguase la función o, peor todavía, suspendiera el espectáculo sin correr su oscuro telón.

Conocí a Esther Sanz con su trilogía El Bosque y me llamó la atención su particular fórmula al momento de contar historias. Esta autora española apuesta por escenarios atípicos, casi exóticos, que se ven muy poco en literatura juvenil. En Si el amor es una isla nos lleva a la preciosa isla de Sark, que con sus quinientos habitantes y sus políticas de no transporte motorizado la convierten en el último estado feudal de Europa. Vaya locación, ¿no creen? Para mí ese ya es un tremendo punto a favor de la novela, un excelente punto de partida que se complementa con su protagonista, una joven fuerte y decidida, quizás demasiado obstinada pero con ganas de cambiar el rumbo a su vida.

Durante los primeros capítulos Sanz se encargó de crear la atmósfera precisa, soltando pequeños detalles y dejando abiertas muchas posibilidades. Esa mezcla de misterio, romance y pinceladas de historia victoriana estaban funcionando muy bien, pero llega un punto en que la historia empieza a perder fuerza y a presentar escenas que cuanto menos parecen surrealistas. ¿El gran problema? Que el misterio principal deja de serlo y todo el mundo lo sabe menos la protagonista. A eso le añades el instalove y el triángulo amoroso ¡y listo! Empiezas a ver cómo lo que pudo ser una buena historia cae en algunos tópicos.

Aunque parezca contradictorio, no hay nada más egoísta, íntimo y solitario que enamorarse perdidamente...

Todo ello me lleva a pensar cómo es que Si el amor es una isla tiene tan alta puntuación en Goodreads. Veamos, la novela no es mala, pero tampoco es de aquellas que pasan a la historia. Me pareció entretenida, por momentos divertida y me gustó mucho la naturalidad con que la autora aborda ciertos temas relacionados a los sentimientos, al sexo y al amor por la familia, pero siento que hubo otros detalles que opacaron los puntos fuertes. Puede que ese déjà vu a historias clásicas como La bella y la bestia o El fantasma de la ópera me llevaran a desentrañar rápidamente EL misterio (contemplo también las posibilidades de que yo sea demasiado avispada o simplemente la autora no logra mantener la expectación hasta el final) y que por tanto la revelación final no haya sido el momento cumbre de la novela. Sin embargo, admito también que la autora supo sorprenderme con otros giros que tenía preparados y que no vi venir en ningún momento.

Las heridas más profundas son siempre las que no se ven

En resumen, creo que Si el amor es una isla me hubiese gustado más de haberlo leído hace algunos años, sin tener algunas novelas románticas o de thriller / policíaco a mis espaldas. También creo que gusta más si no sueles leer mucho de new adult y quieres aventurarte en el género. Sea cual fuera el caso, prometo que entretiene mucho, ya sea con la locación (insisto, fue todo un acierto), los giros argumentales o los personajes. Y pese a que el final es lo bastante cerrado, la autora ha prometido que será una trilogía. ¿Qué nos depara la segunda parte? Solo queda esperar. 

2 comentarios

  1. Me gustó mucho, aunque el final me decepcionó.
    Un beso ^^

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  2. Hola! Había leído alguna reseña de este libro que indicaba que las cosas eran así. Por lo tanto, dudo mucho que le dé una oportunidad.
    Un besito.

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