Reseña: La Emperatriz de los Etéreos

18 may 2012

Cuentan que, más allá de los Montes de Hielo, más allá de la Ciudad de Cristal, habita la Emperatriz en un deslumbrante palacio ...  un lugar de maravilla y misterio que aguarda a todos los que son lo bastante osados como para aventurarse hasta él. 

Así de bonito y atrapante comienza esta nueva aventura en la que me sumergí hace ya algunos años. El libro tenía la pinta que yo buscaba: una portada preciosa con un título llamativo, un temática con un trasfondo frío, una escritura bella que me llevara por un mundo diferente junto a los protagonistas y también, un poco de alguna historia romántica en ciernes.

Al perder a su madre cuando era pequeña, Bipa ha crecido con una visión práctica de la vida. La chica es bastante pragmática - a veces en exceso - y tiene una mente algo estrecha y cerrada. Cuando era niña, mientras su padre se iba de caza con los demás hombres de su aldea, se quedaba junto a su vecina, una mujer llamada Nuba, que tenía un hijo de su misma edad. Completamente diferente a ella, Aer era un chiquillo demasiado soñador, que aspiraba vivir cada cuento que su madre le relata y salir en busca de su misterioso padre, del que nada se sabe, más que fuera un forastero.

Con el transcurrir de los años, los chicos crecen y los primeros brotes de amor surgen por todos lados. Bipa no hace caso a las tonterías que dicen sus compañeras. Ella no tiene tiempo que perder en esas cosas, pese a que los demás jóvenes la buscan como confidente porque no tiene pelos en la lengua. 


Un buen día, mientras pastaba a las reses en una rocosa caverna, Aer se le aparece con un trozo de cuarzo y otra de sus ideas sin fundamento. Pese a que tiene una disputa en la que gana la joven, el chico no duda en buscarla más tarde para regalarle un collar hecho del mismo material y contarle su plan de ir en busca de la Emperatriz, en su palacio más allá de los montes de hielo. Después de eso y de una arrebatadora sonrisa, Bipa empieza a pensar un poco más en aquel extraño muchacho y las cosas que se le pasan por la cabeza. Trata de desechar sus pensamientos, aunque no puede evitar que - al menos una vez al día - el chico se cuele en su mente. 

La vida de la aldea transcurre con normalidad, tan normal como puede ser en un lugar primitivo cubierto con un sempiterno manto blanco. Pero un día, Nuba aparece desesperada: su hijo, Aer, ha desaparecido. Solo Bipa sabe donde está, sabe que el chico planea ir más allá de la Ciudad de Cristal buscando algo imposible. Y, al ser la única que puede encontrarlo, no le queda otra que salir en su búsqueda. Empieza entonces un viaje lleno de nieve, fuertes ventiscas, frío glaciar y sobre todo, soledad. 

- Ningún problema - asintió Bipa- Ya he dejado atrás todo lo que amo.- Salvo a aquel a quien pretendes encontrar.
- ¿Aer?- Bipa se rió -  Él no es tan importante para mí.
-Y, sin embargo, has llegado muy lejos en su busca.

En su travesía conocerá a Gélida, la arisca propietaria de un precioso castillo que la rechaza por ser una vulgar Opaca. También contará con la silenciosa presencia de Nevado, un tierno gólem de nieve que la acompañará sin decir una palabra. Los desafíos que se le vienen a la joven aumenta en dificultad con cada paso. La pérdida de su vida e identidad están en riesgos. ¿Por qué continua, incesante y obstinada, en una búsqueda que puede traer consecuencias nefastas? ¿Es verdad que solo lo hace para no ver triste a Nuba? Y, finalmente ¿logrará que tras larga travesía regresar a la aldea con aquel que la ha puesto en esa situación?

Cuando vi tan hermosa portada, lo primero que se me vino a la mente es que detrás de ella debía encontrarse una bonita historia. Pese a que por la sinopsis podría decirse que tiene pinta de ser una novela romántica más, en este libro se le da más importancia a los deseos de alcanzar una meta; a la constancia, la perseverancia por lograr algo, aun cuando no se está seguro de si finalmente podrás saborear el éxito. La escritura de Laura es algo que me encanta, pues sabe como describir las situaciones, las emociones de los personajes. Sin embargo, creo que el punto flojo del libro es el ritmo: por momentos se me hacía pesado, largo y -tengo que decirlo, aunque no me guste - incluso llegó a aburrirme en unas cuantas escenas. No obstante los caracteres tan disímiles de los protagonistas (uno es tan atolondrado y la otra tan obstinada) no les he llegado a coger tanto cariño como a Nevado, que es poco más que un personaje secundario.

Si algo he aprendido de este libro es a no juzgar a ninguna obra por su portada: me esperaba algo muy bueno debido a la publicidad que se le hizo y mis expectativas no han sido cumplidas a totalidad. El final me dejó con ganas; tal vez, si le hubiera puesto alguna pequeña dosis más de romance, hubiera quedado mucho mejor y dejar contentos y satisfechos a muchos más lectores.


2 comentarios

  1. Holaa^^
    Me paso igual. yo lo compré por la portada y al final es el libro de Laura que menos me ha gustado. Pero te recomiendo que no te dejes influenciar con él, su obra de Memorias de Idhún, es uno de mis favoritos :)
    Besitoss :D!

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  2. ¡Definitivamente tengo que hacerme con "Memorias de Idhún, que desde hace tiempo que vengo hechándole el ojo!

    Un beso, :)

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