Reseña: El club de los corazones solitarios

¿Alguna vez...

... te rompieron el corazón?

... has llorado por alguien que no valía la pena?

... has dicho no querer nunca más algo con un chico?

Si tu respuesta es sí en al menos una pregunta ¡este libro es para ti!. Si no lo es, igual te lo recomiendo. Es una lectura fresca, atrapante, muy juvenil, con un estilo de narrar que no dudo que dejará un buen sabor en los labios y logrará hacerse un espacio en tu estantería y un huequito en tu corazón. 

Cuando Nate, en amor de su vida, el chico del que estuvo enamorada desde que era niña, le rompe el corazón en mil pedazos, Penny decide decirle adiós a los chicos. A todos. Ya no quiere saber nada de ellos, porque todos son iguales, porque ninguno vale la pena: cuando quieren algo contigo te hacen sentir que eres el centro de su universo, un ser único y especial; pero, cuando menos te lo esperas, te clavan un puñal en la espalda, dejándote hecha un manojo de lágrimas y con un corazón difícil de curar.

Cuando se da cuenta de que ha hecho el ridículo estando tras el mismo chico durante tanto tiempo, una brecha de impotencia se le abre en alma. No obstante, Penny es valiente y no quiere que Nate se entere cuanto le ha afectado su desplante. Por suerte tiene a Tracy, su mejor amiga, quien le ayuda a recuperarse, mirar siempre hacia adelante y seguir con su vida como si nada hubiera pasado. Su familia betlemaníaca también ayudará - casi sin saberlo - a que recupere la alegría de siempre. Pero sobre todo, cuatro personitas especiales estarán siempre ahí para ella.

Me sentía perdida. Necesitaba esconderme. Escapar.
Sólo se me ocurrió un remedio para aliviar el dolor. Recurrí a los únicos cuatro chicos que nunca me fallarían. Los únicos cuatro chicos que jamás me partiría el corazón, que no me decepcionarían.
John, Paul, George y Ringo.

Y un buen día oyó la solución a su problema: Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, unos de los emblemáticos temas de The Beatles. Decidió entonces fundar  un club donde los chicos estuviesen prohibidos y las chicas pudieran hacer de las suyas. Sin embargo, en un instituto estadounidense donde el hecho de tener novio es lo que más cuenta para acrecentar tu popularidad, es comprensible de que muy pocas personas - por no decir nadie- quieran unirse al recién inaugurado club. A Penny eso no le importa, pues el club fue fundado por ella y para ella. Si alguien comparte sus ideas, estará gustosa de recibirla. 

Por otro lado tenemos a Diane, animadora y novia durante cuatro años de Ryan, el capitán de soccer del instituto. Ahora que ya no están juntos, Diane se ha dado cuenta de que no tenía verdaderos amigos y acude a la única persona que fue su confidente hace varios años con la esperanza de recuperarla. Al comienzo, Penny se muestra recelosa. Luego, le acepta y tiene que apaciguar las pullas de Tracy, que afirma que Diane solo se acerca por conveniencia. Pero veamos el lado bueno: con dos miembros,  El club de los corazones solitarios se declara oficial y empieza a crecer con el transcurrir de los días.

No faltarán los problemas para nuestra protagonista porque cuanto más chicas se unan a la causa de Penny, más chicos frustrados empezarán a protestar. Ellas se reúnen una vez por semana, ven películas, se cuentan secretos, cotilleos, comparten anécdotas y sobre todo, son felices ellas mismas, sin depender de ningún espécimen masculino. Incluso se rehusaron a ir al baile de primavera en pareja, por disfrutar una velada entre amigas en la que los problemas no tenían cabida.

Con en club en su mejor momento, Penny no podría ser más feliz. Pero, ¿qué pasará cuando una personita quiera entrar en su vida? ¿Y si esa persona resulta ser un chico? ¿Cómo podría la fundadora de un club anti-chicos estar con alguien de quién se ha propuesto rehuir? Nuestra protagonista se resiste a enamorarse nuevamente, por ella, por su bien y por el bien de su club. Pero ya se sabe, para el amor no hay límite y cuando menos quieres logra colarse en tu corazón. ¿Qué hará Penny? 

Solo hay una forma de saberlo: ¡lee el libro!

Con una prosa ágil y fresca, Elizabeth Eulberg nos introduce en el mundo de Penny, de sus pensamientos, emociones y nos hace vivir el día a día en una escuela donde las apariencias dejan de ser lo más importante, para dar paso a la amistad y los verdaderos sentimientos. El libro es fácil de leer, y cuando menos te lo imaginas, las páginas pasan volando y la historia ha terminado, dejándote con una sonrisa en los labios. Es increíble como un argumento sencillo, cotidiano, puede convertirse en una historia tan genial que roba risas en cada capítulo. La autora sí que sabe cuando introducir las dosis necesarias de drama, ponerse un tanto reflexiva o incluso soltar una especie de flashback. 

Aunque la historia tiene varios prototipos norteamericanos y en muchas escenas podía anticipar lo que pasaría a continuación, no he podido evitar que me encantara. Quizás porque retrata lo que la mayoría de las chicas ha pasado alguna vez en su vida, o tal vez por el telón musical con los increíbles Beatles, pero lo cierto es que esta es una obra que no puedes dejar pasar. Ya sea para amenizar una tarde o para refrescarte entre libro y libro, considero que no debes dejar de leerlo.

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