El pasado 25 de Setiembre tuve el gusto de asistir a la presentación de Jordi Sierra i Fabra en Lima. Este prolífico escritor español tiene más de 400 libros publicados (y muchos más por venir) y aunque en lo personal he leído muy poco de su obra, siento una gran admiración por su carrera y el cariño que pone en cada una de sus novelas. Así que, mientras los flashes se disparaban, la gente iba llegando y la librería empezaba a llenarse poco a poco, esta servidora eligió un buen asiento, cogió la grabadora y le dio clic al botón de inicio para no perderse nada de lo que el Tío Jordi tuviera que contar.
"Soy un escritor atípico, fuera de lo común". Con esta declaración Jordi Sierra da inicio al Conversatorio, dejando muy en claro que los siguientes minutos estarán muy lejos de ser una aburrida charla del montón. En un breve repaso de sus 40 años como escritor nos contó un poco sobre sus primeros años de vida en España, de su tartamudeo y sobre cómo la pasión por la lectura siempre estuvo presente en su sangre. De pequeño nunca tuvo suficiente dinero para poder comprarse cuantos libros quería, pero no por eso dejó la lectura del lado. Se aficionó principalmente a los clásicos y a los ocho años empezaba a escribir sus primeras novelas. ¿Un dato curioso? Siempre fue tartamudo y mientras otros podría considerarlo como un defecto, el supo sacarle provecho y descubrió que, cuando plasmabas su ideas en el papel, no importaba la forma de comunicarse, lo importante era sacar todo lo que se tenía dentro.
Jovial, divertido, carismático. Así es Jordi Sierra i Fabra, quién iba respondiendo a cada pregunta con una sonrisa o un ocurrente anécdota que inevitablemente desataba risas entre los presentes. "La gente mayor es aburrídisma, yo tengo alma de joven". Y se nota, realmente se nota. Jordi Sierra no es de esos escritores que miran a su auditorio sintiéndose superiores por el hecho de escribir y vender millones de copias, todo lo contrario. Sus novelas - si bien muchas están clasificadas para un público infantil/juvenil - están abiertas para todo aquel que quiera sumergirse entre sus páginas; porque él no elige al público cuando escribe una novela, sino que son ellos los que lo eligen a él como escritor. ¿Por qué muchas de sus novelas tiene como protagonistas a jóvenes? La respuesta en sencilla: a los jóvenes les pasan cosas. Se enamoran, van a fiestas, les rompen el corazón, coquetean con las drogas, se meten en problemas... vamos, muchas cosas de las que se puede escribir y con las que más de uno se sentirá identificado. Un lector puede coger alguno de sus libros al azar y caer rendido ante su prosa, ante su maravillosa forma de describir una escena. Como autor, Jordi siempre busca que el lector ponga en marcha una de las armas más poderosas del ser humano: la imaginación.
"Lo mejor que me puede pasar es que un maestro o un padre me diga que me agradece por haber escrito un libro, que con él han podido conocer mejor a su hijo o alumno y que a estos últimos les haya gustado"
Fueron varias las preguntas de los ponentes y otras tantas del público asistente. Cada respuesta nos sirvió para conocer una faceta más de este reconocido escritor, yendo un poco más de toda la información que circula en las redes. Jordi nos contó un poco de su rutina como escritor, de aquel horario auto impuesto de escribir un poco cada día para sentirse bien consigo mismo. Con lo rápido que puede terminar una novela (sin dejar de la do la calidad de la misma) no es de sorprender que lleve tantos títulos publicados hasta el momento. Relató también un poco de su vida personal, siempre relacionándolo con la escritura, ya que, inevitablemente, los libros fueron, son y serán siempre parte de su vida.
Lo que debería haber sido un Conversatorio de no más de dos horas terminó extendiéndose quizás más de lo planeado. ¡Es que el tiempo se pasa rapidísimo cuando una se divierte! Sin darme cuenta el reloj marcaba casi las nueve de la noche y yo tenía clases al día siguiente. Pero eso no iba a impedir que tuviera mi libro firmado y una foto de recuerdo. Jordi, siempre sencillo, saludó, firmó y se fotografió con todo aquel que se le acercaba, sin perder ese carisma que tanto le caracteriza. Con mi ejemplar de Las chicas de alambre autografiado y la satisfacción de haber tenido una tarde/noche maravillosa me dirigí a casa esperando que pronto nos deleitase con una novela y por supuesto, que se anime a regresar a Perú, porque aquí hay un público que le quiere y le recibirá con los brazos abiertos.
Para quienes se perdieron esta magnífica conferencia, les dejo una entrevista que le hicieron luego del Conversatorio, en el cuál repite alguno de los anécdotas con los que nos divirtió durante el encuentro ¡espero que lo disfruten!
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2 comentarios
ohhh se ve que lo pasaste estupendo, yo no pude ir por las clases espero regrese pronto a Perú :)
ResponderEliminarQue morro!!! Daría muchas cosas por tener esa oportunidad, es uno de mis autores favoritos >.<
ResponderEliminarMe alegro de que lo pasaras bien :) un beso!