Reseña: El amor es todo menos sencillo

El amor es todo menos sencillo
Autora: Tammara Webber
Libro único · Editorial Plaza & Janés
304 páginas · ISBN: 9788401354878

La había estado observando desde lejos, pero todavía no la conocía... hasta que un encuentro fortuito lo convirtió en su salvador. Desde ese momento, la atracción entre Lucas y Jacqueline será inmediata e innegable; sin embargo, el pasado que él procura superar y el futuro en que ella ha puesto todas sus expectativas amenazan con destrozar su relación casi antes de que empiece. Juntos lucharán contra el dolor y la culpabilidad, pero también descubrirán la fuerza inesperada del amor.

Me sorprendió ver a El amor es todo menos sencillo entre las novedades recién llegadas a mi país. Generalmente los libros que salen en España demoran meses (sino años) en cruzar el charco y para cuando por fin aterrizan, dejan de ser jugosas novedades porque ya hay otros libros en el Wishlist de una. Pero hablemos de la novela, que me estoy desviando de tema. Hasta ahora he leído pocos títulos de New Adult - un género que se está poniendo de moda - pero ninguno de los que he probado ha terminado de convencerme. No sé si se debe al argumento, los personajes o la pluma de los autores, pero actualmente no he encontrado ninguna novela de esta categoría que pueda recomendar sin restricciones.

Jacqueline acaba de romper con su novio de tres años, ese chico guapo y buen estudiante al que ha seguido desde el instituto. Nunca pensó mucho en su futuro, en qué sería de ella si algún día esa relación terminaba. Ahora está hecho y Jackie intenta sobrellevar la ruptura de la mejor manera posible y acompañar a su mejor amiga a alguna que otra fiesta tal vez le ayude a tener la mente despejada. Pero al salir de una de ellas, sola, sufre un ataque que la dejará algunas huellas difíciles de borrar. Y es ahí donde conoce a Lucas, en medio de uno de los peores momentos de su vida, un chico que no es, en absoluto, nada de lo que parece.

El amor es todo menos sencillo cuenta una historia entretenida y amena, en un escenario novedoso hasta cierto punto. De momento esta es la primera novela que leo que tiene a la universidad, las hermandades y las residencias como telón de fondo y ese cambio con respecto al típico instituto norteamericano ha sido un soplo fresco que he disfrutado. En ese sentido, la autora ha aprovechado los elementos que el escenario proveía, elaborando un argumento que toca un tema delicado tratado de buena manera, pero al que le hizo falta más complejidad y desarrollo. Tratar el tema de las violaciones sexuales o de maltrato físico en un libro orientado hacia un público joven puede ser complicado, pero provee de potencial al argumento si se sabe manejar con la habilidad necesaria. Y aunque Tammara Webber lo ha intentado de la mejor manera posible, la personalidad inmadura de la protagonista no ha ayudado mucho a la historia.

Jacqueline y Lucas son los protagonistas de la novela, pero la historia está contada exclusivamente desde el punto de vista de ella. Jackie estudia música, dicta clases a algunos chicos del instituto y actualmente intenta ponerse al día en Economía, asignatura en la que se vio en la necesidad de recurrir a un profesor particular, Landon, para poder nivelarse. A ratos Jacqueline parecía la protagonista ideal que pensaba antes de actuar, pero la mayor parte de la novela solo dejaba entreveer su inmadurez al tomar decisiones que solo arriesgaban su vida y se contradecían con sus propios principios. Por otra parte, Lucas es definitivamente lo mejor de la novela: oculta secretos, tiene un triste pasado y está perdidamente enamorado de Jacqueline mucho antes de que ella se diera cuenta de que existía. El romance entre ambos avanza de manera tranquila, sin prisas, lo cual se agradece porque se hace más creíble, más verosímil. Tammara Webber ha creado dos personajes que han sido víctimas de algún tipo de abuso y en la mayor parte del libro lo ha sabido llevar regularmente bien. Sin embargo, considero que pudo explorar aún más la complejidad psicológica de ambos y no abordarlo de manera tan superficial como lo ha hecho.

Por último, está ese final tan abierto a posibles elucubraciones. ¿Realmente ha quedado ahí o es que a mi ejemplar le faltaban algunas páginas? Será mejor que me fije bien porque, si bien es cierto que deja la trama más o menos cerrada, me he quedado con un par de dudas que esperaba que se resolvieran en el último capítulo. En definitiva, El amor es todo menos sencillo no será la mejor novela del año, pero me ha mantenido entretenida por un par de horas, porque además de abordar temas interesantes (al menos para mí, que soy estudiante de Psicología), tiene un gancho que se activa desde las primeras páginas y no suelta al lector hasta el final.

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