Reseña: Lola y el chico de al lado

3 abr 2014

Lola y el chico de al lado
Autora: Stephanie Perkins
Editorial Plataforma Neo · 399 páginas
ISBN: 9788415750536

Lee los primeros capítulos
Para la diseñadora de moda en ciernes Lola Nolan, las prendas de ropa más llamativas, más brillantes, más divertidas, más salvajes, siempre son las mejores. A pesar de su estilo extravagante, Lola es una hija ejemplar y una buena amiga, y tiene grandes planes para el futuro. Todo en su vida parece bastante perfecto (incluso su guapísimo novio roquero) hasta que los gemelos Bell se mudan de nuevo a la casa de al lado.
Cricket Bell ha vuelto y quiere arreglar los problemas del pasado. Y Lola deberá reconocer sus verdaderos sentimientos hacia él.

Conocer a Stephenie Perkins fue una experiencia maravillosa. Su pluma sencilla y fresca me transportó sin problemas a la Ciudad del amor y me sumergió en la romántica historia de Anna y Étienne. Con tan buena experiencia, no dudé mucho en comprarme Lola y el chico de al lado, no solo porque buscaba que me robase el corazón al igual que Un beso en París, sino porque la sinopsis prometía mucho amor, y un tira y afloja entre dos protagonistas tan dispares que terminan encandilando al lector. ¿Logró su cometido? No creo que la respuesta sea afirmativa.

Lola Nolan es un poco extravagante. Le gusta lo llamativo, aquello que da color a su vida. Tiene dos maravillosos padres homosexuales con los que se lleva de maravilla, un novio al que quiere y la tranquilidad en su vecindario. Claro, eso hasta que los Bell vuelven a mudarse al lado y con ellos llega Cricket, su guapo vecino que una vez se robó su corazón y lo destrozó antes de irse de la ciudad. Los problemas del pasado deberían quedarse en el pasado, pero Cricket Bell no opina lo mismo. Y mientras él trata de acercarse a Lola para disculparse, ella busca alejarse para no enamorarse. Cuando se trata de amor ¿quién manda sino el corazón?

Sé que las comparaciones son odiosas, pero es inevitable no sacar a relucir lo mucho que me gustó Un beso en París y lo poco que me llenó Lola y el chico de al lado. Sé también  que hay varios a quienes esta segunda entrega les ha gustado más que la primera y en mi caso pudo haber sido así si no fuera por culpa de los protagonistas. Lola es todo un caso para analizar, pero prefiero comenzar con Cricket: es tan tierno, tan detallista, tan comprensivo, tan... irreal. No digo que no existan chicos así (¡ya quisiera yo uno!)  pero es muy poco probable toparse con uno - de diecisiete años, para mayor énfasis - que muestre sus sentimientos sin problemas, tan abiertamente. Por lo demás, todo bien con el chico Bell.

En el caso de Lola, decir que no me gustó su personalidad y no pude congeniar en ningún momento con ella es casi como resumir mi impresión del libro en una sola frase.  Lola y el chico de al lado no es solo una historia romántica, sino también la búsqueda de sí misma, un camino para aceptarse y superar las inseguridades. Pero en esa búsqueda hay varios problemas y las reacciones de Lola hacia ellos eran un poco exageradas. Por momentos me parecía una drama queen y por otros solo una niña caprichosa que se ahogaba en un vaso con agua. Ese es quizás su gran defecto, su imperfección y trato de consolarme pensando que al final de la historia logra superarlo. Sabemos que ella tuvo un problema con los gemelos Bell que los llevó a alejarse de ambos. Durante muchos capítulos el lector trata de adivinar qué pudo haber ocurrido para terminar con una bonita amistad y cuando por fin lo descubre... en fin, uno se queda con el ceño fruncido durante un buen, buen tiempo.

Sin embargo, el libro también tiene sus puntos buenos y uno de ellos es la pluma de la autora, las bonitas frases que salen de ella y lo fácil que le resulta transportarnos a San Francisco y sus pintorescas calles. Sigue siendo muy juvenil, sencilla y tremendamente adictiva. Eso casi compensa lo mucho que me hizo renegar Lola con sus indecisiones y el fiasco que me llevé al no presenciar la tan esperada escena del baile con el pomposo vestido que llevaba meses fabricando. Ah, y también el final demasiado feliz que le dio la autora a la novela, casi como si todo se resolviese sin complicaciones, cuando sabemos muy bien que la vida no es tan sencilla y cualquier cosa que hagas, siempre tiene repercusiones. Otro punto a favor fueron los secundarios, especialmente Norah y los padres de Lola. Hasta llegué a tomarle cierto cariño a Calliope porque aunque no haya aparecido mucho, es más coherente que nuestra protagonista.

En conclusión, haciendo un balance entre puntos bueno y puntos malos, obtengo como resultado un pasable para la historia de Lola Nolan. El carácter de la protagonista deja mucho que desear y quizás si se hubiese quitado algunas escenas, la novela hubiese quedado más apetecible. No obstante, confío en que Stephanie Perkins puede hacerlo mejor y es por eso que no me he desanimado a leer a Isla y su final feliz, que espero que no tarde en llegar. 


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2 comentarios

  1. Tengo muchas ganas de leer este libro y el anterior de la autora y me parece genial que se puedan leer de forma independiente.
    Besos!

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  2. Ya he leído varias reseñas normalitas e incluso negativas de este libro. No voy con las expectativas muy altas... No quiero llevarme chascos >.<
    Besos ^^

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