Reseña: Un canalla siempre es un canalla

Un canalla siempre es un canalla
Serie: Las reglas de los canallas (1 de 4)

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Sarah MacLean es una de las mejores escritoras de romántica histórica que he leído desde que abrí este blog. Bien sabemos que muchos de los títulos de este género suelen ser predecibles en cuanto al final, por tanto, creo que más que saber cómo termina una historia, lo realmente importante es cómo la cuenta la autora. Y en ese aspecto, MacLean sabe lucirse. Anteriormente había leído su trilogía Love by Numbers (recomendadísima, por cierto) y tras muy buenas experiencias decidí lanzarme con esta nueva serie que promete muchísimo.

Por un lado tenemos a Michael Bourne, un joven marqués que lo perdió todo por una apuesta. Sin tierras, sin dinero y con el orgullo magullado, ha sabido resurgir a lo largo de diez años y ahora es uno de los dueños de The Fallen Angel, un prestigioso club nocturno de juegos de azar donde cada noche se citan la crema y nata de la sociedad londinense con el fin de dar rienda suelta a muchos de sus vicios. En el otro extremo se encuentra lo siempre dulce y recatada Penelope Marbury, una joven de veintiocho años que se encuentra peligrosamente cerca de pasar a engrosar las filas de las damas solteronas. Su padre lo sabe y por eso prefiere añadir a su dote las tierras de Falconwell, tierras que antaño pertenecían al marqués de Bourne y con las que pretende atraer a más de un pretendiente a la mano de su hija. Efectivamente, esta estrategia surte efecto pues Michael está dispuesto a lo que sea con tal de recuperar lo que es suyo. Y si Penelope está incluida en el lote, pues tendrá que desposar a quien fuera su amiga de la infancia, aun cuando no esté en sus planes casarse con alguna dama.

Así comienza Un canalla siempre es un canalla, la primera entrega de la tetralogía Las reglas de los canallas y con la que he disfrutado muchísimo. Anteriormente ya había elogiado la prosa amena y pícara de la autora y hoy vuelvo a repetirlo: MacLean sabe cómo contar una novela, envolver al lector con las palabras y llevarlo a asistir a una historia romántica que arrancará suspiros, pero también varias risas al ser testigo de las ocurrencias y desavenencias entre cada uno de los personajes. Dos personajes tan distintos en caracteres como en la forma de mirar la vida se juntan... y el resultado no podría ser más perfecto, aún lleno de las virtudes y defectos que cada uno posee. Penelope, tan decidida y valiente, quiere demostrar que una mujer es algo más que un adorno al lado de su esposo y que es capaz de tomar decisiones que afecten para bien o para mal su futuro. Michael, por su parte, está tan lleno de sed de venganza, de rencor que es incapaz de ver los bueno que ha conseguido en su vida y lo feliz que podría ser con ello. Hasta que ambos personajes no se ven envueltos en un matrimonio por conveniencia no se dan cuenta de que el amor está más cerca de lo que se imaginan y que no necesariamente debe estar regido por las normas de la sociedad inglesa.

Personajes con una química maravillosa, diálogos chispeantes tan cargadas de frases irónicas como de picardía, un par de escenas tórridas, una historia situada durante la regencia inglesa y el añadido de clubs de juego donde se desatan todo tipo de pasiones.. ¿hay algo más que se le pueda pedir a una novela de romántica histórica? Seguro que sí y estoy segura de que la autora sabrá darnos más con las siguientes entregas, las cuales espero ansiosamente. Así que nuevamente les recomiendo esta y todas las novelas de MacLean, en serio, no tiene pierde.

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