Reseña: Hilos, los cuentos de hadas pueden hacerse realidad

Hilos
Serie: Threads (1 de 3)
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Nonie es una apasionada de la moda, pero aunque lleva la creatividad en las venas no siempre sabe cómo explotarlo. Jenny acaba de debutar en Hollywood junto al actor adolescente del momento pero últimamente está teniendo problemas de autoestima. Y Edie es la chica cerebrito, la que ha orientado su vida a conseguir una plaza en Harvard a pesar de que ello le suponga estar metida en tantas actividades que apenas le queda tiempo para respirar.

La vida de estas tres mejores amigas deja de ser ordinaria cuando descubren a Crow, una niña de doce años que parece tener un inagotable talento entre las manos. Desde que Edie la conoció en uno de sus talleres de lectura supo que algo especial había en ella. Crow puede ser pequeña, pero es capaz de crear bellísimas prendas con una calidad a la altura de las grandes casas de moda. Un talento así merece ser conocido pero... ¿cómo puede una niña hacerse un espacio en un mundo tan competitivo? Nonie, Edie y Jenny, en su camino por ayudar a Crow irán descubriendo que la vida tiene muchas caras y que a Crow no le ha tocado vivir una de las más felices.

¿Les suena la frase Nunca deben juzgar a un libro por su portada? Seguro que sí, al menos yo la considero una de las máximas de los lectores. Creo que en el caso de Hilos esto se aplica a la perfección, no solo a la cubierta, sino también al subtitulo e incluso a la sinopsis. Un libro narrada por una adolescente de catorce años que encima involucra al tema de la moda entre sus páginas puede echar para atrás a muchos lectores (y más si le sumas la colorida portada), especialmente a los chicos. Lo cierto es que Hilos, aunque no pasa de ser una novela entretenida, ha terminado sorprendiéndome en todo buen sentido por la forma en que Sophia Bennett, la autora, ha sabido conducir la historia. Temía que tanta mención a Dior, a Yves Saint Lauren, a Vogue, a Londres y París hicieran que el libro pareciera más un catálogo de venta que una historia, pero me he equivocado. La autora ha sabido balancear todos sus componentes en justa medida: la moda es un tema importante, claro que sí, pero no es lo esencial y no hay que ser entendidos en la materia para poder disfrutarla

Aunque el libro está narrado desde el punto de vista de Nonie, es Crow quién se lleva todo el protagonismo. Durante los primeros capítulos uno podría pensar que está frente a un libro más para adolescentes hormonadas, pero nada más lejos de la realidad. Sophie Bennett usa el tema de la moda - que muchas veces puede resultarnos frívolo y superficial - para introducirnos en un escenario que pocos conocemos. Indagando en la vida de Crow, las tres amigas se entera de lo duro que ha sido para la niña llegar a Inglaterra: ha dejado a su familia en Uganda para vivir con una tía en un minúsculo y destartalado apartamento de Londres con la finalidad de tener un mejor futuro del que le esperaría en su país. Su aldea ha sido atacada y su familia correo peligro, pero poco puede hacer por ello y los niños que cada cierto tiempo son tomados como rehenes por los rebeldes. Sentir este panorama tan cercano hace que Nonie, Jenny y Edie empiecen a ver el lado crudo de la vida, hasta que una idea surge de improvisto: ¿por qué no usar el talento de Crow para que miles de personas se den cuenta de que no muy lejos de ahí hay que sufren y si cada uno pone de su parte, se puede llegar a una solución?

—¿Qué te está pasando?

Dibuja una silueta en la alfombra con el dedo. Dice con un hilo de voz:

—En mi país hay gente sin hogar. Todos los días mi padre entierra a alguien que ha muerto de SIDA. No pueden cultivar. Victoria ni siquiera puede ir a una escuela de verdad. Lo único que papá puede hacer es dar clase a niños que se sientan en un círculo en el suelo...

Luego levanta la vista y me dice:

—¿Cómo voy a presentar una colección? Con ese dinero podríamos construir veinte escuelas. ¿Cómo voy a ser capaz de gastármelo?

El ritmo de Hilos es ágil y la pluma calza muy bien con su joven narradora. La historia principal es la de Crow, pero también tenemos espacio para conocer más de Edie, Jenny y por supuesto, Nonie. Son chicas jóvenes que no pueden escapar de los problemas recurrentes de la adolescencia: las dudas e inseguridades, las mariposas que sienten por un chico guapo, las ganas de demostrar que son capaces de todo por su familia y sus amigos. Las situaciones que nos presenta la autora son de lo más variadas: hay momentos cómicos y escenas llenas de ternura, pero también aquellos con pequeñas pinceladas de drama e incluso algunos que mantendrán la tensión por varias páginas. El mundo de la moda es cambiante, va con prisas, pero también exige bastante, por lo que habrá escenas en las que es imposible no sentirse en la piel de los personajes y vivir esos frenéticos momentos previos a una pasarela. 

Lo único que quizás puede no haber terminado de cuadrar en la historia es la edad de los personajes. Nonie, Jenny y Edie tienen catorce y no termina de convencerme que a su edad hayan sido capaces de lograr todo lo que hicieron por Crow. Y no lo digo por la capacidad o falta de ella, sino porque es difícil acceder a todo cuando eres solo una adolescente (quizás en Londres las cosas sean un poco distintas, pero de todas maneras no deja de hacerme dudar). Obviando este detalle, me ha gustado mucho la historia. Dentro de lo juvenil, es un buen título que destacar porque entretiene bastante e incluso lleva a un par de reflexiones. En lo personal creo que cualquiera podría disfrutar de este libro: tanto si tienes catorce años como treinta y tantos, estoy segura de que encontrarás algo en Hilos que pueda convertirse en un bonito recuerdo (y no olviden ¡nunca deben juzgar a un libro por su portada!). 

PD:  Si bien es cierto que el final de Hilos es cerrado, si terminan de leerlo y necesitan saber más de los personajes (como yo), la autora ha decidido convertir a la historia en una trilogía que cuente distintas aventuras en cada entrega. Por mi parte, yo ya he apunta Made in India como próxima lectura.

Muchas gracias a Editorial Océano por el ejemplar