Booktag: siete cosas sobre los libros

26 ago 2015


¡Hola lectores! 
Hoy es miércoles de booktag y, tengo que reconocerlo, uno de los más difíciles que he hecho hasta ahora. Como verán, consiste en elegir solo siete cosas en determinadas categorías. Puede ser divertido, pero también un poco frustrante: ¿cómo incluir a uno y no a otro? En fin, creo que he hecho lo mejor que he podido. O eso espero. El tag lo vi en el blog de Gaby (¡vayan a visitarla!) y aquí les presento mis respuestas:

7 LIBROS QUE QUIERAS LEER ANTES DE MORIR

Estoy casi segura de que van a querer matarme (en el mejor de los casos me odiarán) cuando vena la lista que voy a poner a continuación. Confieso que a mí misma me cuesta creer que no los haya leído, pero para que conste, varios de ellos se encuentran entre mis metas de este año.
• Mujercitas, de Luisa May Alcott. 
• Percy Jackson, esta serie es mi eterno pendiente. Sé que es una buena novela, sé que se leen rápido y se enganchan. Pero el hecho de que sean cinco más una precuela me echan un poquito para atrás.
• El juego de Ender, nos soy una persona de ciencia ficción. De hecho, de todos los géneros literarios ese es uno de los últimos que escogería. Pero me han hablado tan bien de este libro que siento que debo darle una oportunidad. 
• El señor de los anillos, me gusta mucho la fantasía épica, pero no sé que tiene el libro de Tolkien que no termina de llamarme (quizás se deba a que me spoileé un par de cosas con la película). De todos modos, es un hecho que le daré una oportunidad. 
• Cien años de soledad, hace muchos, muchos años empecé con una de las obras cumbres de García Márquez. Y no pude terminarlo. Quizás se debía a lo joven que era por ese entonces y mi inexperiencia con libros tan largos y un poco densos. Pero una meta de este año es volver a comenzarlo y, por supuesto, poder acabarlo. 
• Mansfield Park, de todas las novelas de Jane Austen, esta y Northanger Abbey son las que me faltan, así que están apuntadísimas a mi lista de próximas lecturas. 

7 FRASES DE LIBROS

• Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro, de Emily Dickinson: esta es una de esas frases que surgen del amor a primera leída y hoy en día creo que de alguna manera condensa lo que siento por la literatura.
Hay grandes libros en el mundo y grandes mundos en los libros
• Después de leer un libro, uno no vuelve a ser el mismo. Absolutamente de acuerdo. Creo que todos los libros te dejan aunque sea un pequeño cambio tras su lectura
• En algún lugar de un libro hay una frase esperándonos para darle sentido a nuestra existencia. A propósito de Cervantes,¿han leído Don Quijote
• Las cosas cambian, los amigos se van y la vida no para para nadie, Las ventajas de ser invisible no se convirtió en uno de mis libros preferidos, pero esta frase en concreto me queda para el recuerdo, 
• Si hay algo que deseas, persíguelo. La esperanza tiene poder. No la malgastes en cosas sin sentido. ¿Ven por qué me gustó tanto Hija de Humo y Hueso
• Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya. El principito, Antoine de Saint- Exúpery. 



7 PERSONAJES MASCULINOS QUE TE GUSTEN

¿Sólo siete? Esto va a estar complicado... pero vamos, haré un esfuerzo y aquí mis elegidos: 
•  Adrian Ivashkov de Vampire Academy: imposible no ponerlo en primer lugar ♥
•  Fiztwilliam Darcy de Orgullo y prejuicio: creo que fue uno de mis primeros amores literarios y tengo la firme convicción de que así será por el resto de mis días.
• Tyrion Lannister de Canción de Hielo y Fuego: me encanta esa personalidad tan suya, esa combinación de sarcasmo e inteligencia. Tyrion es mi personaje preferido de toda la serie y no saben el miedo que tengo ante la incertidumbre de su futuro.
•  Ziri de Hija de Humo y Hueso. Si has leído Sueños de dioses y monstruos entenderás por qué adoro a este personaje. Si no, te dejo aquí una frase "No nos han presentado" 
•  Cole St. Clair de Los lobos de Mercy Falls: belleza + sentido del humor + inteligencia. ¿Se puede pedir algo más?
•  Alexandr Barrington de El jinete de bronce: De los personajes de romántica histórica, Alexandr es sin duda mi preferido ¡qué personaje! Psicológicamente complejísimo, con una historias tras sus espaldas en la que carga todo tipo de experiencias y un corazón maravilloso que no se ve a simple vista. En serio, si no has leído El jinete de bronce te estás perdiendo de la mejor historia romántica que haya leído hasta el momento. 
•  Puck de The iron king: lo siento iceboy, pero el carisma (y el sarcasmo de tu contrincante pudieron conmigo.


7 PERSONAJES QUE QUIERAS MATAR

En todo libro/serie siempre existirá un personaje que se merezca tu odio y despierte tu instinto asesino. A veces suelen ser los villanos. En otras ocasiones, los mismos protagonistas. Por lo general son pocos los personajes a los que odio con ganas (soy una criatura pacífica que prefiere solo enojarse un poco), pero hay algunos que ya exceden mis límites.
Jack "Black" Randall de Outlander: entiendo muy bien lo importante que es para la historia pero... argh, es imposible no querer clavarle un cuchillo en el corazón. Tienen que conocerlo para luego odiarlo con ganas, creo que no he conocido hasta ahora un personaje que me haga querer arrancarlo con furia de las páginas. 
• Joffrey Baratheon de Canción de Hielo y Fuego: insoportable, mimado, ególatra y para colmo, sádico. ¿Has visto la serie de HBO? Entonces me entiendes. ¿Además has leído los libros? Bien, entonces estarás de acuerdo con que se mereció lo que le ocurrió y mucho más. 
• Dolores Umbridge de Harry Potter: no hay mucho que decir. Detestable al cien por ciento. 
• Nora de Hush, hush: por aquí empezamos con protagonistas que pudieron valer la pena, pero que por su personalidad plana y su poco amor propio es mejor desaparecerlas.
Paula de Canciones para Paula: Muy bonita, muy inteligente, muy buena en los estudios, muy buena con su familia, muy buena en los deportes y muy buena con los chicos. Hace tiempo que no me encontraba una Mary Sue tan típica como ella. Encima es protagonistas, así que los libros tampoco fueron completamente de mi agrado.
America Singer de La Selección: indecisa hasta decir basta y Mary Sue para rematar. En serio Kiera Cass, tu novela tenía una buena base y una portada que atraía miradas pero... ¿America? ¿En serio? Has desperdiciado un par de buenas ideas...
Bella Swan de Crepúsculo: ¿hace falta hablar de ella? Bella era tan plana como las páginas que componen su historia que ni vale la pena dedicarle más que una líneas..


7 COSAS QUE ODIES DE LOS LIBROS

Amo los libros, adoro leer y sumergirme en nuevas historias. Pero como todo, no se puede negar que también tiene su lado oscuro.
• El instalove: es algo que odio con todas mis ganas y lamentablemente se ve mucho en literatura juvenil, donde los autores parecen creer que el amor surge a la velocidad de la luz y será para toda la vida.
• Finales demasiado abiertos: soy partidaria de que los finales medio abiertos y agridulces son siempre los más realistas. La vida no es color de rosa y nunca se tiene garantía de felicidad eterna. PERO una cosa es ser realistas y otro es ser crueles (pregunten sino a Lauren Oliver y ese final que le dio a Requiem).
• Deux et machina: ¿no se han encontrado con algún libro de trama intricada, donde parece que las cosas están demasiado enredadas para salír del lío y de pronto... pasa algo y todo se soluciona demasiado facilmente? Bien, eso es algo que odio, los as bajo la manga sacados por que sí, sin alguna explicación coherente con la trama.
• Las Mary Sues: protagonistas demasiado perfectas para ser reales. Es muy difícil empatizar con ellas y muchas veces, también con su historia. Se aplica también a sus contrapartes masculinas.
• Los libros que no debieron ser sagas: (véase, La Selección) Ese boom de escribir series / trilogías empieza a resultarme cansino. Mientras sea necesario, no veo ningún problema. Pero cuando lo hacen solo por ventas, el hecho de alargar innecesariamente la historia (o partirla sin venir a cuento) puede resultar contraproducente.
• Las frases de cubierta: soy creyente de que un libro, si lo vale, puede venderse solo. Siempre que veo una novela recomendada por Cassandra Clare, Stephenie Meyer e incluso John Green, lo cierto es que me lo pienso dos veces. No es que sean malos autores, sino que he visto tantos de estos "recomendados" que me genera un poco de desconfianza. 
• El precio: vale, creo que en esto todos estamos de acuerdo. Como el costo siga subiendo no sé qué será de mi vida...

7 ESCRITORES

Hace unos meses escribí una entrada comentándoles lo difícil que era para mí escoger un libro o autor preferido. Pues bien, he tenido que volver a hacerlo, esta vez escogiendo solo siete. ¡Qué dificil me lo ponen! De todos modos les dejo el link para que vean por qué me gustan tanto sus novelas. 
• J.K. Rowling. ¡infaltable! Harry Potter marcó mi infancia y le agradezco mucho a su autora que me haya permitido conocer ese mundo lleno de magia y aventuras.
• George R. R. Martin, si Harry Potter fue mi infancia, Juego de Tronos es parte de mi juventud. Sí, esos libros que para algunos pueden resultarles tediosos por lo largos (y complejos) que son, a mí me fascinan. ¿Cómo no quedar encandilada con Westeros y la guerra por el Trono de Hierro?
• Jane Austen, autora de Orgullo y prejuicio, el primer clásico que leí en mi vida y hasta ahora, uno de mis favoritos
• Carlos Ruíz Zafón, ¿leyeron La sombra del viento? Si no, háganlo y entenderán por qué adoro los libros de este autor español.
• Kate Morton, si les gusta la novela histórica con un poco de thriller, Morton es mi eterna recomendada. Me encanta la facilidad con la que es capaz de envolver al lector y llevarlo a través del tiempo.
• Gillian Flynn escribe unas historias retorcidas con personajes retorcidos y giros argumentales totalmente inesperados. Una de las mejores en thriller contemporáneo. 


En teoría, aquí tendría que nominar a siete personas para que realicen este tag. Pero, como habrán podido ver, escoger solo siete (de cualquier cosa) me resulta complicado, así que taggeo a todos los que se animen ¡no olviden pasarme el link para curiosear sus respuestas!

Reseña: Cuaderno para dos

21 ago 2015

Cuaderno para dos
+ Datos sobre el libro | Lee los primeros capítulos
He dejado algunas pistas para ti.
Si las quieres, pasa la página.
Si no, pon de nuevo el libro en la estantería, por favor.
Así empieza esta historia, con un Moleskine de tapas rojas medio abandonada en una estantería de la Strand, la librería favorita de Dash y en la que nunca esperó encontrar nada fuera de lo común. La autora de estas líneas no es otra que Lily, la chica un poco rara, paseadora de perros, capitana del equipo de fútbol pero persona poco sociable por excelencia. La verdad, Dash tampoco es lo que se dice un adolescente normal, mas bien es un chico cargante, medio obsesionado con el Oxford English Dictionary (el completo, no el resumido) y con una aversión única hacia la Navidad (evento que Lily adora con todo su ser). Son tan diferentes el uno del otro que era inevitable que una conversación - aunque sea escrita - no pudiera surgir entre ambos. 

Y sí, la historia comienza con un Moleskine en el que Lily ha escrito una serie de retos para el afortunado que lo encuentre. Y Dash, que no podía ser menos, decide seguirle la corriente porque no deja de parecerle peculiar que una chica sea fan del Pianismo francés y otras rarezas. Así es como se va estableciendo una especie de conversación entre ellos: ella deja un mensaje y esconde el cuaderno. Él lo encuentra, deja otro mensaje y una pista para su próxima localización. Poco a poco se van turnando y conforme pasan los días los retos se van haciendo un poquito más osados... y los pasajes que comparten en el cuaderno son cada vez un poco más profundos. De esa manera, Dash conoce lo mal que lo está pasando Lily estas fechas, pero también cuan ingenua y divertida puede llegar a ser. Lily, por su parte, asiste en primera persona al despliegue de humor negro de Dash, de cómo es capaz de enfrentar sus propios problemas sin caer en la autocompasión. 

- Como casi todos los tíos, llevas a esa chica en tu cabeza, que es exactamente quien tú quieres que sea. La persona que crees que querrás más. Y mides a cada chica con la que estás con esa chica de tu cabeza. Así que esta chica del cuaderno rojo... tiene sentido. Si no llegas a conocerla nunca, nunca tendrás que medirla. Puede ser la chica de tu cabeza.
- Haces que parezca como si yo no quisiera conocerla.
- Claro que quieres conocerla. Pero, al mismo tiempo, quieres sentir como si ya la conocieras. Que la reconocerías al instante. Es como un cuento de hadas.
-¿Un cuento de hadas?
-¿Crees que los cuentos de hadas son sólo para chicas? Aquí tienes una pista: pregúntate quién los ha escrito. Te lo aseguro, no fueron sólo mujeres. Es la gran fantasía masculina. Un baile es todo lo que se necesita para saber que es ella. Todo lo que se necesita es el sonido de su canción desde la torre o mirar su rostro dormido. Y lo sabes al instante: esta es la chica de tu cabeza, durmiendo o bailando o cantando ante ti. Sí, las chicas quieren a sus príncipes, pero los chicos desean también a sus princesas. Y no quieren un noviazgo muy largo. Quieren saberlo inmediatamente.

No hay mejor sensación que empezar un libro casi sin saber nada de él y terminar sorprendiéndote por haber sido mucho mejor de lo que esperabas. Si bien Cuaderno para dos parte de una premisa sencilla - pero curiosa - son sus personajes y la forma de relatar la historia lo que hacen de este libro una novela divertida y entrañable. Por un lado tenemos a Lily - la tímida, ingenua pero sarcástica Lily - que acaba de ver cómo su fiesta favorita del año se desmorona frente a sus ojos mientras sus padres deciden irse a una segunda luna de miel a Fiji dejándola a cargo de su hermano mayor. Con ellos se van los regalos, los villancicos, las galletas y toda la parafernalia que envuelve a la Navidad, quedando solo la promesa de que el próximo año todo será mejor. Por si fuera poco, su hermano le hace poco o ningún caso, pues pretende aprovechar la ausencia de los padres para pasar más tiempo con su novio... cosa que a Lily le hace falta. Y ahí es donde nace la idea del cuaderno. ¿Por qué no dejar una serie de pistas para algún chico afortunado? Y sin quererlo, Dash termina siendo el elegido.

David Levithan me gusta como autor independiente, pero la historia que ha escrito a cuatro manos con Rachel Cohn es simplemente deliciosa. La habilidad que tienen estos dos para crear una novela divertida pero verosímil con dos personajes encantadores que no caigan en clichés es única. Sobra decir que he disfrutado de cada aspecto del libro: desde la ambientación navideña en la cosmopolita Nueva York hasta los personajes, unos más entrañables que otros, pero todos bien definidos  y con personalidades únicas. Es inevitable tomarle cariño al menos a uno de ellos, especialmente la adorable tía de Lily. 

Dicen por ahí que leer Cuaderno para dos en inglés es toda una experiencia, porque está lleno de metáforas, juegos de palabras y dobles sentidos. Vamos, todo un reto para aquellos lectores que les encanta divertirse no solo con la historia, sino con la forma de narrarla. En la traducción se puede apreciar ciertos matices, pero no hay nada como leer una novela en su idioma original, así que me he animado a buscar otras obras suyas y ya tengo apuntado Nick & Norah's infinite playlist y Naomi and Ely's no kiss list en mi wishlist. 

En resumen, no hay duda de que Lily y Dash son una dupla muy singular y divertida: son dos adolescentes atípicos que se conocen por casualidades de la vida y se darán cuenta que el destino les tiene preparado algo más que un simple carteo a través de un Moleskine. Así que por favor, hagan caso omiso de la portada en español (espanta un poco, así que yo me quedo con la original) y prepárense a conocer Nueva York en pleno diciembre, cuando las tiendas están abarrotadas de compradores desesperados y los atractivos llenos de turistas demasiado entusiastas. A través de los ojos de Dash y Lily serán testigos de una historia llena de momentos divertidos, de escenas trágame tierra, pero también aquellos en los que aflora una pequeña vena de drama, de tristeza y por qué no, una pequeña dosis de romance. Y ¿saben qué? Estoy decidida a hacer una relectura de Cuaderno para dos en plena Navidad. ¿Alguien más se apunta?


Reseña: Fuera de mí

17 ago 2015

Fuera de mí
+ Datos sobre el libro | Lee los primeros capítulos
Todos utilizan palabras para expresarse excepto yo. Y estoy segura de que la mayoría de las personas no se dan cuenta del poder que poseen las palabras. Pero yo sí. Los pensamientos necesitan de las palabras y las palabras necesitan la voz
A sus diez años, Melody no ha pronunciado ni una sola palabra en su vida. Apenas puede moverse, sus brazos y piernas están tan débiles que la mantienen atada a una silla de ruedas y la única forma que tiene de comunicarse es a través de ruidos y movimientos de cabeza. Pero tiene una memoria fotográfica sorprendente y una capacidad única de razonamiento. Ella lo sabe. Sus padres también. Pero el mundo que la rodea solo la ve como una pobre niña con retraso mental a la que hay que darle cuidados especiales.

En el colegio de la calle Spaulding, Melody asiste a una clase de niños particulares, chicos que han sufrido algún accidente o tienen alguna discapacidad que les impide mezclarse con otros niños de su edad. Pero Melody está harta de tener que aprender el abecedario una y otra vez cuando los demás están viendo temas mucho más interesantes. Está cansada de ver la compasión en los ojos de sus profesores y también de sus compañeros. Hasta que un día la maestra decide empezar con clases de inclusión, donde los chicos "especiales" y los "normales" podrán llevar los mismos cursos en los mismos salones. Melody tiene miedo, pero también ganas de conocer a sus nuevos compañeros. Pero, ¿cómo hacerle entender a los demás que ella es tan igual que otros chicos de su edad? ¿Cómo expresar que ella también siente, piensa y está cansada de que la traten como alguien que no puede tomar sus propias decisiones? En Fuera de mí es la propia Melody la que nos va relatando su experiencia: cómo unas simples palabras pueden calar tan hondo en una persona y cómo muchos le restamos importancia a las cosas cotidianas de la vida cuando para otros eso es lo único que desearían tener.
Creo que fui descubriendo que era distinta de forma gradual. Como nunca tuve problemas para pensar o recordar, me resultaba sorprendente que hubiera cosas que no pudiera hacer. Y eso me enojaba mucho.

Fotoreseña: La joven durmiente y el huso

12 ago 2015

A vuelo de pájaro era el reino más cercano al de la reina, pero ni siquiera los pájaros volaban sobre él.
Érase una vez una reina a punto de casarse.
Érase una vez una princesa que cayó en un extraño sueño y arrastró a su pueblo con ella.
Érase una vez un grupo de enanos que llegaron con la noticia.
Y érase una vez una reina valiente dispuesta a solucionar el problema por sus propios medios. 

Les aseguro que no necesitan saber más de la historia para disfrutar de esta pequeña joya literaria. Es cierto que muy pocas veces cuento la sinopsis en tan pocas palabras, pero La joven durmiente y el huso es un cuento - como los de antaño, pero uno que viene a diferenciarse del resto desde las primeras páginas. 

Si han tenido la oportunidad de leer antes algo de Neil Gaiman sabrán que este escritor sabe hacer de sus libros unas novelas muy especiales por tomar elementos ya existentes (y muchas veces ampliamente conocidos) y darles un giro casi radical, completamente inesperado, pero sin perder la esencia original de la historia. Eso es lo que me ha pasado con esta historia: es corta, sí, pero en esas setenta y pocas páginas se cuenta un argumento tan bien construido y con tantos matices especiales que es imposible no llegar a quererlo. Si a eso le sumas la edición, hablo muy en serio cuando digo que este es un libro en el que vale mucho la pena invertir. Pero a lo que vamos, un pequeño tesoro como este es mucho más fácil ver que describir, así que aquí vengo yo con la primera fotoreseña del blog. ¿Están preparados para caer bajo el encanto de las ilustraciones de Chris Riddell? 

Desde que lo vi en la estantería de la Feria supe que tenía que ser mío. No hay ninguna duda de que La joven durmiente y el huso es una de esas novelas que entran por los ojos. ¿Cómo no serlo, con esa encuadernación y esa presentación exterior? No estoy muy segura de qué tipo de papel han usado para la sobrecubierta (me parece que es papel cebolla), pero espero que se aprecie lo transparente y delicado que es. Desde esa primera impresión ya se pueden observar el esmero que ha puesto la editorial en él y al ver el interior... les aseguro que caerán enamorados del libro.

La joven durmiente y el huso es una especie de retelling de dos de los grandes cuentos clásicos conocidos - Blancanieves y La Bella durmiente - pero con un toque más dark capaz de escarapelar el cuerpo. Nunca se mencionan nombres, nunca se hacen referencias directas a ambos. Pero si los has leído cuando eras pequeño (o al menos has escuchado de ellos), sabrás que los personajes de Gaiman tienen un aire a los creados por los hermanos Grimm.

Por supuesto, ese es sólo el comienzo. Gaiman se encarga de atraparte desde las primeras páginas y mantenerte en vilo a lo largo de su historia. No se demora en florituras ni descripciones (las ilustraciones de Riddell ya se ocuparán de ello), si no que va directo a la historia. Es un cuento (¿ya lo mencioné, verdad?) y por ende tiene cierto límite de longitud. Pero el autor ha sabido aprovecharlo de la mejor manera, tanto es extensión como en la estructura del mismo. 

¿Acaso no es el príncipe encantador el que siempre llega a rescatar a la princesa en apuros? Me temo que Gaiman no nos llevará a asistir a la dulce espero de la damisela, si no que nos presenta a una reina dispuesta a tomar las riendas del asunto e ir a salvar a su pueblo de este sueño que amenaza con consumirlos. Protagonistas que sean heroínas de verdad es lo que hace mucha falta en la literatura y el autor aporta su granito de arena con una reina valiente, humana, muy capaz de hacerse cargo de su propio destino.

Hablemos de la edición ¡y qué edición! No sé si en la foto se puede apreciar, pero es toda una maravilla. Además de la sobrecubierta delicada, cada una de las páginas tiene una textura que me encanta. Las ilustraciones son en blanco y negro, pero tienen un toque de dorado para resultar ciertos detalles un tanto espeluznantes, pero que en conjunto hacen del libro una pieza de colección. No hay duda de que Neil Gaiman ha vuelto a crear una obra para el recuerdo y que Chris Riddell se ha lucido al momento de ilustrarla. 

Admito que este pequeño libro puede estar un poco caro, pero créanme que vale la pena. No sólo porque la historia deja de lado los tópicos y estereotipos y nos presenta personajes diferentes en todo sentido, sino porque toca una variedad de temas que siguen siendo tabú en la sociedad pero que deberían tratarse con más soltura. No crean que por el hecho de que se catalogue como un cuento es solo para niños, nada de eso. Para mí, La joven durmiente y el huso la pueden disfrutar tanto niños como adultos, cada uno obteniendo una interpretación un poco distinta, pero siempre se puede sacar algo de la historia. Además, ¿le dirían que no a esa edición? Yo no he podido negarme y ya está reposando en mi estantería. 

Crónica de una blogger en la FIL: lo que hay detrás de la feria

9 ago 2015


¿Te interesaría trabajar en la Feria?
Así es cómo empezó esta odisea. La pregunta llegó inesperadamente y no dudé en responderla de manera afirmativa. No tenía planes para estas vacaciones y trabajar en la FIL era un pequeño sueño que nunca pensé en cumplir. Para muchos la Feria comienza el mismo día de la inauguración, pero para los que estamos detrás, el trabajo se remonta a un par de días atrás. Lo que viene a continuación es mi experiencia: quizás otras personas que hayan trabajado lo hayan visto de manera diferente o quizás muchos estén de acuerdo conmigo. Sea como fuera, lo cierto es que estaba ansiosa de contarles como viví estos días y la tremenda diferencia que hay en experimentar una feria como lector ansioso por comprar y la de lector ansioso por vivir, respirar y casi comer libros durante los diecisiete días que duró este evento. Así que, ¿me acompañan en este recorrido?

La Cámara Peruana del Libro es la encargada de armar la estructura principal de todo el recinto. Es la que delimita las áreas y distribuye los stands. Pero es responsabilidad de cada empresa equipar su propio espacio y ver la forma de aprovecharlo al máximo. Como les comenté en una entrada anterior, este año estuve trabajando en Distribuidora Inca (Stand 50) y a mi parecer teníamos una buena ubicación: ni muy adelante, donde los compradores impulsivos harían saqueo sin pensar en las consecuencias ni muy atrás, donde muy poca gente llega y es difícil recibir clientes. Pues bien, mi travesía comenzó un 15 de Julio, dos días antes de que la Feria abriera sus puertas y estaba lista para lo que se venía. O al menos eso esperaba.

Día 1 y 2: 15 y 16 de Julio 
La cita para este primer día era a las nueve de la mañana. Había que desembalar las cajas, sacar los libros, ponerles precio y empezar a acomodarlos en las estanterías. Por cuestiones de la universidad no pude estar presente los dos días anteriores, donde el team de Inca me contó que se dedicaron a hacer inventarios en la oficina y a colocar los libros en cajas, listo para transportarlos. Recuerdo que llegué toda entusiasmada, no solo por poder tener acceso a la Feria mucho antes de su inauguración, sino porque podría tener un vistazo en exclusiva de todos los títulos que venderíamos ¡y no saben lo que me emocioné al ver la sección juvenil! (pregunten a Xenia y a Bárbara, ellas son testigos de cómo casi me pongo a saltar como loca xD) Había tantos, pero tantos libros que empecé a dudar seriamente de si realmente entrarían toditos en las estanterías. ¿500 ejemplares de Cinder? ¡No hay problema, hacemos una exhibición y listo! 

El primer día fue más que nada para desempacar cada una de las mil cajas (nunca tanto, pero sí que eran muchísimas), pero también implicaba desdoblarlas, apilarlas y empaquetarlas para que puedan venir los encargados a recogerlas. Luego había que poner los precios. Como todavía no existía la luz por esos lares (y eso es algo que le faltó a la organización), no teníamos sistema operativo para ver el precio a golpe de clic. ¿La solución? Revisar cada una de las listas hasta encontrar el título en cuestión y su respectivo costo. Así aprendí a usar también la preciadora, un pequeño artefacto que me encantó desde que lo vi y el cual intenté apropiarme siempre que pude. Parece mentira pero entre tareas, conversaciones y risas el tiempo pasa volando y ese día llegué a casa muerta de cansancio y con los brazos adoloridos por cargar montones de cajas con libros. Pero feliz. Y dispuesta a seguir con mucha energía el siguiente día. 

El segundo día aprendí aún más cosas. Entendí que el arte de exhibir los libros no solo implica apilarlos uno al costado de otro, sino también buscar cierta armonía en los colores y tamaños. Los libros que se exhiben en mesa no necesariamente deben repetirse en estanterías y siempre, siempre, siempre debes acordarte donde están las reposiciones para no estar buscando como loca cuando un cliente lo pide. Ese día tuvimos que dejarlo casi todo listo para empezar con calma los días de Feria: mesas armadas, exhibiciones listas, todo visualmente armonioso... ¡espera, no se vaya a caer la torre de El Principito! Sí, esa pequeña edición ilustrada de la obra de Saint-Exupéry nos ha costado más de cuatro horas de nuestras vidas. Armamos una torre, pero era muy inestable. Armamos otra con una forma distinta pero no era atractiva. Armamos una más y se cayó a la hora. Finalmente hicimos una especie de castillo que quedó bonita y ¡voilà, aguantó hasta el último día!



Día 3 en adelante:
Como muchos ya saben, el 17 de Julio la Feria Internacional del Libro de Lima abre oficialmente sus puertas. Mientras muchos van a la inauguración, los libreros nos quedamos en nuestros respectivos stands ultimando detalles: los libros en su lugar, el sistema y los ordenadores listos para empezar a registrar compras, calculadoras a la mano para sacar precios con los respectivos descuentos y cada miembro del team en la zona que le corresponde. O algo así. Lo cierto es que éramos ocho miembros en el equipo de vendedores, pero ninguno tenía - oficialmente - asignado una sección en particular. Esto porque realmente es terrible cuando solo conoces tu espacio y no el resto del stand y el nuestro era muy surtido. Teníamos variedad de títulos y géneros, una sección infantil, una juvenil, clásicos, libros de gerencia, coaching, psicología, literatura latinoamericana, yoga, best-sellers entre otros. Había que saber un poco de todo y, por supuesto, donde ubicar cada novela en particular. 

Confieso que desde el primer día yo me apoderé de la sección juvenil porque ahí me sentía como pez en el agua: había leído la gran mayoría de títulos que ofrecíamos y me veía capaz de recomendar a aquellos indecisos que lo necesitaran. Eso no quiere decir que estuviera anclada a esa zona, sino que también intentaba movilizarme a lo largo de stand. Había momentos en que me daba una vuelta por infantil (reconozco que no duraba mucho por ahí, los niños no son lo mío) y en otras por la zona central para visitar a mi adorada Canción de hielo y fuego. Con la primera venta que hice me sentí la persona más feliz del mundo. Con la segunda mi emoción estaba al máximo. Poco a poco me di cuenta de que quizás esto de vender no se me daba tan mal, de hecho, empecé a creer que hasta era buena en eso. Al terminar el día necesité un analgésico para mi garganta irritada, pero me encantaba cuando los lectores emocionados pedían recomendaciones y más aún, cuando lo que les comentaba acerca de los libros les convencía de llevarse uno a casa. ¿Y cuando venían y te reconocían por el blog? ¡Esos sin duda eran mis momentos favoritos! Todo era tan maravilloso hasta que surgió EL dilema de la vendedora/bloguera.

Creo que mejor te llevas After, porque La lección de August me parece aburrido, ¿qué dices?
Padre de cincuenta y pocos diciéndole a su hija

¿Qué hacer cuando tu parte de vendedora entusiasta se encuentra con tu mitad de bloguera crítica? Lo cierto es que no lo consideré hasta que lo tuve frente a mis narices. Como vendedora, mi objetivo es que la gente compre libros: cuanto más compren (y más caros sean), mejor para nuestra meta de equipo. Como bloguera, ¿cómo recomendar un libro cuya calidad literaria era más bien dudosa? Agradezco que este dilema solo se me haya presentado muy pocas veces, pero reconozco que sufría un poco cuando se daba. Peor aún cuando eran clientes que me conocían del blog o de algún otro lado. ¿Qué hacer cuando me preguntaban si Y por eso rompimos era mejor que Te daría el mundo? ¿O cuando oía que despreciaban La lección de August para elegir After? A veces prefería quedarme callada y dejar que el propio cliente sacara sus conclusiones a partir de las sinopsis, porque me veía incapaz de decir maravillas de un libro que no valía la pena, solo por venderlo. Otras veces intentaba rescatar todo lo positivo de la historia y explicárselo a los lectores. Al menos me queda la satisfacción de que he sido sincera con cada una de mis recomendaciones, porque antes que vendedora o bloguera, yo también soy lectora.

- Hija, ¿te parece si compramos Grey y lo leemos juntas?
Señora de cuarenta y muchos a su hija de no más de doce años

Cuando se es librero y se trabaja en Feria te ocurren una serie de cosas. Algunas graciosas, otras un poco perturbadoras. El pan de cada día eran los clientes que venían a preguntar por un título en concreto. Uno, deseoso de ayudarle, le pregunta el autor para poder ubicarlo con mayor precisión. El cliente no lo sabe. El librero pregunta por la editorial. El cliente tampoco lo sabe. El librero pregunta por si ése es el título exacto. El cliente no está seguro. Entonces, ¿como poder ayudarlo? Aquí viene un pequeño consejo para todos (incluyéndome): la próxima vez que vayan a una Feria/librería, asegúrense de ir con un título y autor anotados en alguna parte. Tengan en cuenta que nosotros tenemos cientos de libros en el recinto y aunque conocemos la mayoría, tampoco tenemos memoria de robot para acordarnos de todititos, de sus respectivos autores, sus correspondientes editoriales y encima, también de la portada (sí, hubo un par que me preguntaron por un libro a partir de su portada). Con esos datos podríamos orientarles y darles opciones para poder conseguirlos tal vez en otro stand o fuera de Feria. Ayúdennos a nosotros a darles un buen servicio y así ambos nos quedaremos satisfechos.

Otra cosa en la que caí en cuenta es que, como compradores, podemos resultar un poco odiosos en ocasiones, muchas veces sin darnos cuenta. El objetivo de una feria es vender libros, razón por la cual exhibimos la mercancía. No tiene caso esconderlo, nuestra meta es mostrarlo. Entonces, ¿qué ganamos rebuscando una y otra vez en una pila de libros si vemos que todos son lo mismo? Antes yo también lo hacía porque tenía la secreta convicción de que encontraría un libro que nadie más había visto medio escondido entre otros. Pero no, la verdad es que no. Lo único que se logra es desordenar y darle más trabajo al librero. Por supuesto, nuestro trabajo es ordenar todo, pero una ayudita por su parte no quedaría nada mal. Y cuando quieran sacar un libro de su estante ¡háganlo con tranquilidad, por favor! He perdido la cuenta de la cantidad de libros que me han caído en la cabeza por algún cliente apresurado. ¡Calma, que los libros no se van a ninguna parte! No, tampoco se van a acabar, hay reposiciones de sobra, les aseguro (a menos que sea el último día). A veces es mejor decirle al librero que te pase tal o cual libro, no saben cuanto se lo agradeceremos y no es en absoluto alguna molestia.

- A mí me encantan los libros de terror, como los de Vargas Llosa. De verdad dan mucho miedo.
Cliente confundido debido al frío, la emoción de la FIL o las multitudes. O al menos quiero pensar eso.

Como decía líneas arriba, un librero no se libra de las excentricidades. Sin querer uno termina siendo testigo de todo tipo de conversaciones, algunas muy interesantes, otras muy graciosas y otras que denotan una sorprendente necesidad por demostrar cultura y termina siendo todo lo contrario. Todos los días tras el cierre nos reuníamos el team al completo para una breve reunión de feedback. Ahí veíamos cuales habían sido los libros que más se habían vendido, cuales deberían mostrarse porque estaban medio ocultos, cuales se vendían sin necesidad de mayor publicidad que su simple exhibición y cuales necesitaban cambiarse de sitio. No les miento cuando digo que casi todos los días necesitábamos hacer un reordenamiento de libros y de cambio de lugar. Conforme se agotaban ciertos títulos también llegaban nuevas cantidades de mercadería. Y eso, señores, era todo un acontecimiento.

Nosotros, los libreros de la FIL, teníamos acceso al recinto desde las diez de la mañana, una hora antes de que las puertas se abrieran a los visitantes. Esa hora era vital para hacer los movimientos necesarios y para organizar la mercadería que llegaba. Y no es que llegara diez en punto, sino un poquito más tarde. El tiempo para cotejar cantidades, preciar y acomodar era corto. Por eso, los primeros visitantes que entraban encontraban a su paso a libreros en el piso acomodando, moviendo y reordenando y nos miraban con ojos curiosos. En ese caso, lo mejor que puedes hacer es sonreír y preguntar si puedes ayudarles en algo.

 - Mi hija tiene diez años, ¿qué podrías recomendarle? Estoy buscando algo como Grey para ella
- ¿Grey? ¿Está segura?
- Sí, Grey. ¿No está de moda para los de su edad?
* Cristina con cara de trauma *
- ¡Ah, lo siento! Era Greg, el Diario de Greg. ¿Lo tienes?

Es curioso como los padres buscan incentivar a sus hijos a leer. Algunos van a por los libros de moda y otros prefieren confiar en las recomendaciones de los libreros. Algunos van con sus hijos y les dicen "Llévate lo que quieras, yo pago" y otros "Sólo uno más, que ya has comprado bastante". Cualquiera de los casos, yo era feliz al ver que los chicos se llevaban al menos un libro a casa. Solo para que conste, al momento de recomendar yo soy un poco quisquillosa. Pregunto primero si la personita en cuestión lee poco o mucho, su temática preferida y sobre todo, si ha leído algo antes que le haya gustado mucho. A partir de ahí saco algunos títulos que podrían gustarle y les comento un poco sobre la novela. A veces - imposible evitarlo - salía a flote mi vena fangirl y terminaba contando lo muchísimo que me había gustado la novela en cuestión. Al parecer mi entusiasmo era contagioso y muchos terminaban llevándose a casa el libro que les recomendaba. Si alguno me está leyendo, espero que disfruten mucho de la historia, créanme que mis recomendaciones eran sinceras y de corazón.

- Amiga, ¿este libro lo puedo encontrar en formato pirata?

Yo me pregunto, Amiga, si has venido a fomentar la piratería, ¿por qué rayos has gastado tu dinero para entrar a una feria del libro y no llevarte absolutamente nada? Sí, lo sé, el dinero no nos llueve y los libros están cada vez más caros. Pero no deja de parecerme extraño que alguien vaya a una Feria solo para quejarse de lo caro que está todo y que le sale más a cuenta ir y comprar una copia. En fin, son cosas que suceden...

Como todo trabajo, siempre hay cosas que no terminan de encajarnos y otras que nos disgustan. El hecho de estar doce horas de pie todos los días podría calificar como una de ellas, pero lo cierto es que con el pasar de los días uno se acostumbra, Otras cosas ya escapaban de nuestro control, por ejemplo, los servicios higiénicos a mitad de la tarde, cuando se llenan demasiado y hay que hacer una cola de diez minutos para entrar (y no importa si es una emergencia, la cola es la cola). O lo caro que está la comida. O las multitudes que se aglomeran y la necesidad de estar vigilando a la par de atender, porque créanlo o no, ladrones hay en todas partes y la Feria no iba a ser la excepción. ¿Qué los ladrones no son cultos? ¿Quién dice eso? Hoy en día se roba de todo, y los libros también son susceptibles a caer en manos de amigos de lo ajeno. 

A riesgo de que esta crónica quede tan larga como un testamento, me veo en la necesidad de ir cerrando con algunas reflexiones a las que llegué luego de finalizar todo el ajetreo. Desde que acepté la oferta siempre tuve en cuenta que, más que un trabajo, veía la oportunidad de estar en un stand de la Feria como algo maravilloso: poder estar en contacto con los lectores y recomendarles títulos es algo que me encanta y ver la emoción en sus caras junto a las ganas de llegar a casa para poder adentrarse en una nueva historia era algo que compensaba con creces el agotamiento al que podía llegar algunos días. También me di cuenta de que no se me da nada mal lo de vender (ciertas personitas me acusan de incitarlos a comprar ¡imagínense ustedes, culparme de llevarles a la quiebra! xD). Por último, me di cuenta de que esa creencia de que los jóvenes no leen es simplemente eso, una creencia. Había días que la zona juvenil estaba tan abarrotoda que temía por mi seguridad (?), pero a la vez me sentía demasiado feliz de ver cuantos ejemplares podía llevarse un joven lector a casa. No importa si lees best-sellers, clásicos o novelas catalogadas como juveniles. Lo importante es leer e ir descubriendo poco a poco lo que más nos gusta. 

No me gustaría terminar esta crónica sin agradecer a todas las personas que fueron parte de esta aventura. Agradezco muchísimo a cada uno de los lectores del blog que se pasaron a saludar aunque sea unos minutos ¡no saben lo bonito que ha sido conocerles e incluso poder tomarme una foto con ellos! Agradezco también a mis amigos bloggers y booktubers que se pasaron a visitar. Esta feria hemos invadido varios stands y era genial ir de visita para fangirlear un poco, sobre todo para pasar algunas horas muertas (porque las hay, aunque no lo crean, especialmente en aquellos días que siguen a un fin de semana).  Por supuesto, también quiero dar muchas gracias a todo el team de Distribuidora Inca por acogerme desde el primer día y hacerme sentir como un miembro más de la familia. Pero por encima de todo, quiero agradecer a a Óscar por darme ese pequeño empujoncito y animarme a probar esta nueva experiencia y a Jess, por confiar en mí casi sin conocerme y darme la oportunidad de ser parte de una experiencia maravillosa.



Reseña: El mar de la tranquilidad

5 ago 2015

El mar de la tranquilidad
+ Datos sobre el libro | Lee los primeros capítulos
Odio mi mano izquierda. Odio mirarla. Odio cuando se estremece y tiembla y me recuerda que mi identidad ha desaparecido. Pero la miro de todos modos, porque también me recuerda que voy a encontrar al chico que me lo arrebató todo. Voy a matar al chico que me mató, y cuando lo haga, voy a hacerlo con mi mano izquierda.
Nastya Kashnikov, la pianista de Brighton, tenía asegurado un futuro brillante. A sus quince años era considerada un joven prodigio con un talento único entre las manos... hasta que un día su mundo se vino abajo y conoció la sensación de perderlo todo. Ahora solo busca un nuevo comienzo, una nueva forma de seguir viviendo para hacer pagar al responsable de su desgracia. Cambiar de instituto es solo el primer paso hacia el olvido, pero ese deseo de venganza sigue ahí, tan vivo como el día en que recordó cada detalle de su caída y tomó una drástica decisión. 

Nastya está rota y ella lo sabe. Sabe que es una bomba a punto de explotar y sabe que no debería acercarse demasiado a Josh Bennet, aunque este tenga algo que despierta una insaciable curiosidad. Josh, por su parte, también tiene un historial de desgracia que lo acompaña desde los ocho años: primero, su madre y su hermana. Luego, su padre y sus abuelos. Uno a uno los integrantes de su familia han ido abandonándolo, dejando tras de sí una casa vacía, unos miles de dólares en el banco y un espacio que ni el dinero ni el consuelo pueden llenar. El miedo de perder a quienes ama le ha llevado a tener una existencia casi en solitario, a desconfiar de todo el mundo y a refugiarse en la carpintería, la única actividad en la que permite demostrarse de todo lo que es capaz.

Nastya y Josh son tan distintos entre sí, pero comparten un pasado doloroso, cada uno a su manera. Mentiría si dijera que es eso lo que los une, porque nada más lejos de la realidad. Si bien la trágica historia de Josh es conocida por todo el pueblo, Nastya no es la chica nueva que viene a curar las heridas compartiendo sus propios demonios. Cada uno se encierra en su propio mundo y guarda sus propios secretos. Ninguno está dispuesto a ser el héroe o heroína del otro porque ninguno está dispuesto a abrir su corazón. Pero poco a poco entre ellos se va estableciendo una especie de relación simbiótica, en la empiezan a necesitarse el uno al otro, primero como parte de una rutina y luego, como parte esencial de su vida.

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