Despierta, la primera - y prometedora - entrega de la trilogía Across the universe me había dejado con la miel en los labios: me presentó una historia futurista y unos personajes entrañables. Me llevó a conocer al Fortuna, su misión y los entresijos que se cocían en la cabina de mando. En esta segunda y tercera parte la historia no hace más que mejorar: empieza donde quedó su predecesora, pero va mucho más allá, explorando cada uno de los confines de una nave cuya única misión es conquistar un nuevo planeta que servirá de sustento a la humanidad.
Elder ha asumido el mando y ha cortado el suministro de fidus, otorgando a los habitantes de la nave la posibilidad de ser dueños de sus acciones. No obstante, lejos de apaciguar los ánimos, la tensión se siente en cada ambiente y empieza a gestarse una revolución que exige a un líder que piense y sienta como ellos. Elder hace lo posible, pero la población quiere que los gobierne alguien capaz de mantener el control sobre sí mismo y no ven aquello en la joven figura del muchacho. En medio de todo, Amy se verá envuelta en una búsqueda del tesoro: ha encontrado una serie de pistas dirigidas a ella, pistas que develan el secreto mejor guardado de la nave y de la misión en la que lleva décadas estancada. Ahora es ella quién deberá tomar una decisión sobre el futuro del Fortuna y de su gente... y también de su corazón.
He aprendido que la vida es muy, muy frágil.He aprendido que, aunque solo conozcas a alguien desde hace unos días, esa persona puede causarte una impresión indeleble.He aprendido que el arte puede ser bello y desgarrador al mismo tiempo.He aprendido que si una persona te quiere de verdad, es capaz de esperar a que tú la quieras a tu vez.He aprendido que la intensidad con la que deseas algo no determina que lo consigas o no; que un " no" puede ser insuficiente; que la vida no es justa; que tus padres no siempre pueden salvarte; que, a veces, nadie puede.
Hace tiempo que no hacía maratones de lectura por cuenta y gusto propio, de esas que comienzas un libro, te engancha y no puedes dejar de leer, leer y leer esta llegar al final de todo. En gran medida se debe a la pluma de Beth Revis, que avanza a paso ligero por cada uno de los capítulos, sin detenerse más de lo necesario, con un ritmo endemoniadamente adictivo, soltando pequeños cliffhangers que hacen imposible dejar del lado el libro hasta llegar al meollo del asunto. Por eso he de admitir que si bien Despierta me pareció una buena primera parte, Tan cerca y Dos soles son la prueba de que con la práctica se mejora porque no sólo es evidente la evolución de los personajes sino también de la historia en sí: allí donde Despierta parecía que el romance edulcorado se comía a los detalles de ciencia ficción, ahora lo que brilla por su presencia es la tecnología, las pinceladas de misterio y los giros argumentales que te dejan pensando si realmente vale la pena aterrizar en otro planeta.
En estos dos libros regresamos a la Fortuna a través de los ojos de Elder y Amy, dos personajes que evolucionan con el pasar de los capítulos. Sin embargo, esta vez tengo que dejar claro una cosa: entiendo las decisiones de Amy y trato de ponerme en su lugar ¡pero hay ocasiones en que me da ganas de zarandearla por egoísta! Creo yo que es la persona con más suerte de todo el Fortuna... y a veces ni cuenta se da de lo que tiene alrededor. Con todo, hay que reconocer que es personaje bastante bien construido, porque se le puede ver en diferentes facetas y es difícil no sentir empatía (y hasta cierto cariño). Sin embargo, para mí el gran favorito es Elder. La autora le da bastante más peso en estas dos últimas novelas y es difícil ver cómo lucha contra las decisiones que debe tomar. No he podido evitar encariñarme con él y los últimos capítulo de Dos soles fueron simplemente una tortura. Beth Revis, ¡¿por qué juegas de esa manera con mi pobre corazón?!
A propósito del final de la historia, soy de las que piensan que los finales agridulces siempre son los más realistas. Beth Revis lo ha logrado (en parte) pero no le perdono que haya dejado vivo a cierto personaje. Y no, no es que me caiga mal. Es que hay que darle realismo a la historia, porque se ha pasado tres tomos y muchos años en construirla y siempre hay que cerrar con broche de oro. Como sea, no deja de ser una trilogía estupenda, que empieza con un viaje, pero que termina llevándote a cuestionar los principios del ser humano, los privilegios que tiene y cómo a veces la ambición puede ser un arma de doble filo. Terminarán con el corazón encogido, lo sé, pero vale la pena por experimentar todo lo que es capaz de generar esta serie.
Este mundo es enorme, inabarcable, real. Y ahora formo parte de él
Muchísimas gracias a SM y Making Conexion por el ejemplar
1 comentario
La verdad es que no me atraen mucho.
ResponderEliminarUn beso :)