Reseña: La probabilidad estadística del amor a primera vista

La probabilidad estadística del amor a primera vista
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Cuatro minutos son solo doscientos cuarenta segundos. Para algunos, ese lapso de tiempo puede no significar nada, pero para otros, puede ser el inicio de un giro de ciento ochenta grados capaz de cambiarte toda una vida. Ese es el caso de Hadley, que acaba de perder su vuelo a Londres y tiene que esperar tres horas más para el siguiente. Lo cierto es que en el fondo no quería viajar: ver a su padre casarse con otra mujer que no es su madre no está entre sus pasatiempos preferidos, y mucho menos aguantar siete horas encerrada en un avión junto a un perfecto desconocido. No solo porque es claustrofóbica... sino también porque ese desconocido es bastante guapo y parece ser muy amigable. 

Si cuatro minutos es poco tiempo, siete horas es una eternidad. Pero un largo viaje es el momento propicio para iniciar conversaciones y entre pequeñas confesiones, anécdotas, bromas y alguna que otra mirada más cálida de lo normal, Hadley y Oliver van conociéndose poco a poco, logrando que aquellas horas de vuelo sean las más increíbles que hayan tenido. Sin embargo, ¿qué pasará cuando el avión aterrice y cada uno tenga que seguir su camino? ¿No les da curiosidad saber qué les tiene preparado el destino? ¡A leer el libro se ha dicho!

La probabilidad estadística del amor a primera vista es un libro que llama la atención más por su título que por su portada. Hace buen tiempo que le había echado el ojo y no saben lo acertada que ha sido la elección. Últimamente no estaba disfrutando mucho con novelas juveniles románticas y sencillas pero ha habido algo en este libro que ha logrado cautivarme. Quizás sea porque buen parte del argumento trata sobre viajes en avión, algo a lo que he estado expuesta en estas últimas semanas. Me he sentido tan identificada con Hadley en cuanto a aeropuertos (sobretodo el JFK), controles y salas de espera, que me sentía parte de la novela y quizás sea eso lo que más me haya gustado del libro. Sin embargo, tanto la pluma fresca de la autora como la historia en sí no están nada mal y junto a dos personajes entrañables hacen de este libro una novela muy bonita, con pequeños detalles que inevitablemente encandilan al lector. 

Es cierto que ambos protagonistas tienen una historia que contar y aunque la autora le da tiempo a cada uno, no profundiza más que lo necesario, de modo que la novela es cortita. Si al igual que yo tienen la oportunidad de leerlo en inglés, les recomiendo muchísimo que lo hagan porque diferencias entre el inglés americano y el británico son más notorias y lo que se dice respecto a ellas cobran más sentido que cuando se leen en español. Esa es también la diferencia más encantadora entre ambos personajes y sus ingeniosas conversaciones me han sacado un par de sonrisas. Además - y para que no se desanimen - les aseguro que para leer esta novela no se requiere de un conocimiento avanzado del idioma puesto que la pluma de la autora es sencilla, juvenil y atrapa desde las primeras páginas.

Ya sabemos que toda novela no es perfecta y La probabilidad estadística del amor a primera vista alguna pega tenía que tener. En este caso, podríamos decir que la historia es un poco predecible pese a los giros argumentales, pero al ser una novela sencilla que se lee en unas pocas horas, he decidido no darle muchos rodeos al asunto, puesto que más que dejar una huella, creo que lo que busca la autora es entretener con una preciosa historia en la que el destino y el amor platónico son los principales protagonistas.

Finalmente, no me queda más que cerrar esta reseña recomendándoles - nuevamente - que lean el libro, a ser posible en inglés. Si crees en el destino y las casualidades, este es tu libro y si no, te aseguro que la probabilidad estadística del amor a primera vista no miente. 

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