Reseña: Pointe

Pointe
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Theodora vive por el ballet...

Desde que aprendió que la danza es y siempre será parte de su vida, ha dedicado su tiempo en convertirse en la mejor bailarina de la ciudad, aquella que podrá aspirar a ligas mayores y quizás, algún día no muy lejano, personificar a una de las protagonistas más exigentes de las piezas clásicas. 

Pero Theodora también tiene una vida fuera de la danza...

A sus diecisiete años, es una chica normal que asiste a un instituto normal. Tiene a dos amigos que le apoyan en todo, va a fiestas, se emborracha, fuma y bebe y por supuesto, sale con chicos. O bueno, al menos coquetea con ellos. Desde que terminó con Trent, las cosas no ha sido iguales. Fue su primer novio y el que la marcó más de lo que ella quisiera creer. 

Y además, Theo guarda algunos secretos inconfesables...

Su mejor amigo, su vecino, Donovan desapareció hace cuatro años dejando tras de sí una serie de incógnitas. ¿Donde está? ¿Con quién está? Pero sobre todo, ¿por qué dejarlo todo cuando tenía una vida maravillosa? ¿Y donde queda ella, Theo, con quién compartían todo y había hecho una serie de promesas juntas? Cuatro años han pasado. Cuatro años en los que la vida de Theo ha ido cambiando - para bien o para mal - y ahora está a punto de enfrentarse a una noticia que puede dar un giro de ciento ochenta grados a la historia: Donovan ha aparecido, pero no es el mismo de antes. Con el tiempo, Theo se dará cuenta de una cosa: hay algo en su pasado que puede salvar a su amigo. Pero revelarlo implicaría arruinar su carrera de bailarina para siempre. ¿Existe acaso lo correcto o es que a veces es mejor callar y olvidar cierto hechos demasiado... dolorosos?

No les miento cuando digo que me ha costado lo mío escribir esta sinopsis. Primero, porque Pointe abarca varios temas y lo mejor es enfrentarse a ellos de a pocos, mientras se va asimilando uno a uno los giros argumentales que la autora nos tiene preparados. Segundo, porque la historia me ha encantado. Y cuando una novela me gusta tanto, es un poco difícil controlar los posibles spoilers: a veces, mis ganas de contar al mundo lo mucho que me gusta algo me supera y siento que deben de leerlo aunque me cueste explicar todas y cada una de mis razones. Pero, si tuviera que destacar solo tres cosas de Pointe elegiría las siguientes: ballet, diversidad y psicología. Una mezcla inusual, pero terriblemente atractiva si se maneja con una pluma afilada y directa, como lo hace Brandy Colbert. 

Theo es una protagonista que destaca desde la primera página. No solo por su color de piel ¡por fin tenemos una protagonista de piel oscura en novela juvenil!, sino porque es un vivo retrato de una chica de su edad, un personaje con voz propia que sabe, piensa y hace. El alcohol, las drogas, los amigos, las escapadas nocturnas y los coqueteos están presentes y la autora lo trata con la naturalidad que debe ser. Puede que no sea fácil empatizar con nuestra protagonista, pero lo cierto es que llega un momento en que estás dentro de su cabeza y es difícil escapar. No hay forma de que una u otra situación llegue a conmoverte, a sentir que quieres entrar en el libro y ayudar a que las cosas se solucionen, a que no todo se vea tan oscuro como parece... pero no, Theo no es de esas chicas pusilánimes que empezarán a regodearse en su miseria. Ella es un personaje que acepta (o no) las cosa conforme llegan. Tiene dudas, tiene miedos, pero sabe que debe enfrentarse a sus temores para descubrir lo que se esconde tras el regreso de su mejor amigo y porqué se niega a decir una sola palabra de lo que ocurrió en esos cuatro años. 

Por encima de todas las cosas, Pointe es un cóctel de sentimientos, una mezcla de novela juvenil, con algo de romance, drama y toques de novela negra policíaca. Por momentos me recordaba a El mar de la tranquilidad, pero me atrevería a decir que este libro es más crudo, oscuro y desgarrador que el de Katja Millay. Aborda temas delicados y complejos, temas que son difíciles de tratar en un libro juvenil de tal manera que no quede como un recurso más, pero que tampoco se lleve todo el peso dramático para dar paso a una novela lacrimógena. No, Brandy Colbert ha sabido jugar bien sus cartas midiendo las dosis que aplicaba en su novela: deja de lado los clichés de una manera sorprendente, toma las riendas de su libro y lleva al lector por cada uno de los episodios de la vida de Theodora, que lejos está de ser la víctima inocente en esta historia. 

¿Por qué Pointe? Porque el título significa exactamente eso, de puntas. Yo lo veo no solo como una alusión a la actividad que tanto ama Theodor, sino también como una gran metáfora: el ballet, visto de afuera, es todo gracia, belleza y armonía. Pero llegar a ese nivel de perfección exige mucho esfuerzo, tanto físico como psicológico, y a ello es lo que nuestra protagonista se ve sometida. Al final, Theo carga mucho más de lo que ella piensa.

Aunque me he centrado en la parte más dramática de la novela, lo cierto es que tengo que mencionar que también tiene ciertas escenas románticas. Nada demasiado azucarado, todo lo contrario. Theo sufrió mucho cuando Trent, el chico que supuestamente la amaba, desapareció un día dejando un vacío cargado de dudas e inseguridades. Es difícil superar una pérdida, sobre todo cuando una persona marca las primeras veces de otra. Por todo ello - y por mucho más - es que finalmente terminé prendida de la historia de Theodora y de cómo iba a terminar, porque sinceramente, no veía un final posible, al menos no uno que me dejara con el corazón intacto. Y, aunque Brandy Colbert pudo cerrar mejor algunas cosas, lo cierto es que ese final fue el mejor que la historia de Theo pudo tener: agridulce, como casi toda la novela, pero creíble hasta resultar terrorífico.

Entonces, ¿mi veredicto? Léanlo, no tiene desperdicio: es una novela redonda con personajes complejos y una historia que te pondrá los pelos de punta, por lo real que puede llegar a ser.

Gracias a Distribuidora Inca por el ejemplar 

¡lo he disfrutado muchísimo!